FEB111. LA FERIA, de Luis Cruz Cubero Villalba
Las luces de la feria comienzan a iluminarse, todo un mundo de ilusión ante sus ojos. Ha estado preparando este momento toda la tarde, delante del retrato que le hizo Enrique el año pasado. A través de él puede ir renovando su alegría, pues tiene impregnado en sus ojos un brillo de plata único. Hace días la llegada de la feria le podía haber parecido una cruel monotonía, pero a través de su retrato todo cobraba sentido. Enrique, la alegría, el brillo en los ojos.
En el momento de entrar a las calles iluminadas, recuerda el momento en que el retrato surgió. Todo maravilla, tener para siempre el recuerdo de Enrique a través de su arte, su inspiración.
-Ana -le dijo Enrique-, te dejo el retrato, pero piensa que solo es una pequeña sombra de toda la alegría que me has dado.
Ahora, aunque ya no puede ver a Enrique, el retrato le estimula, le alienta, le da vida. La feria vuelve a ser una alegría, el olor a churros con chocolate, el calor de los niños al montar en las atracciones.
¡Qué bien recreas la sensación de feria! Me has recordado mucho a la feria de Córdoba, mi tierra. Un exquisito relato, Luis Cruz, como nos tienes acostumbrados siempre. Te deseo mucha suerte. Un abrazo, hermano.
Me alegra que te haya hecho revivir momentos tan entrañables. Un abrazo.
Luis Cruz
Me alegro mucho de que te haya gustado el planteamiento. Un saludo.
Luis Cruz.