FEB128. MALDITA CURIOSIDAD, de Isabelle Lebais
Aquel retrato en la exposición de Adrián me impactó, tuve una sensación muy desagradable, que me llevó a preguntar por él.
Me contó que se trataba de la portada de una novela negra que nunca llegó a publicarse. El autor murió sin terminarla.
El retrato era oscuro, siniestro, escalofriante, con el rostro de un extraño hombre, con una mirada profunda y penetrante que destilaba maldad y seguro guardaba un horrible secreto. Mirarlo me hacía sentir incómoda.
Al día siguiente Adrián apareció en mi casa con el cuadro. Era un regalo.
Después de la primera impresión, se lo agradecí sacando las mayores dotes de interpretación que pude, mientras pensaba donde demonios iba a ponerlo para que no se viese demasiado.
Con toda naturalidad y sin pensarlo dos veces, descolgó una reproducción preciosa de Jim Warren que tardé meses en conseguir, y que presidía mi coqueto salón, armonizando perfectamente con la decoración, y allí lo colgó.
Se veía desde todos los ángulos. Estaba tan orgulloso de su obra que no pude decir nada, pero… ¡Era horrible!
Ahora cuando suena el timbre, si es él, en vez de ir a retocarme el maquillaje, salgo corriendo para colgarlo de nuevo.
Y todo, por preguntar.
Jajaja, muy bueno el final. Al leer el relato, se espera algo truculento o terrorífico, pero no, simplemente descuelga el cuadro (un verdadero regalo envenenado). Así es , no hay que rodearse de cosas desagradables o que no nos gustan. Yo rápidamente me deshago de regalos indeseados…
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias por regalarme un poco de tu tiempo para entrar y comentarlo. Un abrazo.
¿Ves? eso te pasa por no ser sincera… je,je,je,je si le hubieras dicho la verdad, ahora no tendría que correr. Ja,ja,ja,ja
Hombre por no herir sus sentimientos, se le veía tan orgulloso…
Gracias por pasarte por aquí, un abrazo.
Ay, ay, ay!!! Eso te pasó por no decirle que era para él, que por eso habías preguntado. Me alegro de que hayas vuelto aquí y que no haya sido traumático o truculento el relato que era lo que parecía que se veía venir.
En eso está la gracia, en la sorpresa final, el retrato ha dado para muchos micros oscuros.
Gracias por pasarte y comentarlo. Un beso.
jjajjaaja que bueno, ya me esperaba una maldición, un crimen, algo oscuro, algo siniestro en el final, pero no… jajajja de nuevo vuelves a sorprender…
Enhoruabuena Isabelle y mucha suerte…
Un abrazo.
Gracias Nicolás, por dejar tu comentario, me encanta haberte sorprendido. Suerte y un abrazo.
Que bueno isabelle yo también esperaba u. Final terrorífico y sangriento. Me gustó mucho y me tuvo en vilo hasta la última palabra felicidades y mucha suerte
Gracias Mercy muy amable por tu comentario y por pasarte por aquí. Kissssss
Me gustó mucho!pensaba que terminaría muriendo de miedo y terminé muerta de risa ajaj.Me alegra mucho leerte denuevo!
Besitos Isabelle 🙂
Gracias k@ry por tu comentario y me encanta haberte hecho reir, al fin y al cabo era de lo que se trataba. Suerte con el tuyo y un abrazo.
Final inesperado y patético, me imagino subiendo y bajando cuadro todo el día ! jajajaja….
No sería más fácil decir no me gusta !
Buen relatao Isabelle.
Un beso
m.j.
pues claro que sería más fácil, mucho más, pero muchas veces por no herir los sentimientos… Adrián estaba tan orgulloso que no pudo. Gracias por tu comentario. Un abrazo m.j.
Perdón, quería decir muy buen relato.
m.j.
Se lee muy bien, creas interés, describes hasta hacer ver el retrato. Pobre Adrián, lo hace con buena intención. El final me recuerda la época de los cuadros con dos fotos, para depende de que visita, jeje. Suerte a fin de mes.
Pues en contra de lo que pueda parecer, esta basado en un hecho real. Algún día la escribiré, es en otra situación, pero el fondo es el mismo. Muchas gracias por pasar y comentar. Un beso
Muchas gracias Ximens por tu comentario, y si, pobre Adrián, no tenía una amiga muy sincera. Un abrazo y decirte que el tuyo me encantó.
Isabelle,me gusta la naturalidad que está narrado el relato. Lo mejor el final se espera algo horrible pero sucede lo más natural colgar el relato. Ja, ja, ja muy buen trabajo. Te deseo mucha suerte, Sotirios.
Me gusta mucho la frase final y el giro del relato, y me hace pensar en esos regalos horrorosos que todos hemos recibido alguna vez y que hemos agradecido con encantadora sonrisa mientras mentalmente calculábamos si cabían en el último rincón del último estante del trastero. Sinceridad al poder.
A veces hacer preguntas trae consecuencias desagradables. Bueno espero que Adrián no haga demasiadas visitas. Muy bueno el cambio de escenario. Felicidades. Gloria Arcos