FEB35. EL CAMAFEO, de Elizabeth Larrañaga
Es como una telaraña; no atrapa insectos, sino almas arrugadas.
Lorenzo jugaba en la calle para no molestar a sus padres e invitados; recolectó muchas corcholatas, eufórico empezó a aplastarlas; parecían monedas doradas. Escarbó al pie del arrayán, descubrió un cofre y dentro un camafeo con un retrato de un hombre enigmático; sintió miedo y el impulso de arrojar el objeto; pero también atracción, nunca había visto un retrato de ese tamaño; parecía el reflejo de un rostro real y no una pintura.
Lorenzo creció, así como el odio hacia sus padres; ellos trabajaban en el extranjero, se enteraron de los malos hábitos de su hijo y solicitaron licencia para viajar. Discutieron, la madre lloraba al escuchar los gritos de su único hijo; parecía una fiera… así atacó. Lorenzo intentó huir; pero no encontró dinero entre las pertenencias de sus padres, nada quedaba de valor; recordó el camafeo que escondió diez años atrás. Allí lo encontró, en el mismo lugar, tan perfecto como antes; lo abrió y vio su propio retrato. Su inocencia de ayer lo advirtió y su actual perversidad lo indujo a ser la presa.
Una dura historia… me ha encantado la última frase..
Mucha suerte.
Muchas gracias Nicolás; mucha suerte también para ti. Un abrazo. ¡Gracias!
Me gustó la definición del inicio: «Es como una telaraña; no atrapa insectos, sino almas arrugadas.» Describe muy bien el poder malévolo de ese camafeo que al final transforma la corrupción apenas naciente en el interior de un niño, en un alma dañina y degenerada. Sería un estupendo cuento de horror; lo veo como tal, pues tiene mucho más que dar.
Muchas gracias Patricia. Un abrazo. Gracias!
Es que mira que CAMAFEO es una palabra FEA. ¿Qué se podía esperar de argo asínnnn???
Lo había intitulado «El retrato», igual se entendería; pero elegí «Camafeo»… no pensé que llamaría tanta atención la palabra, aquí es muy común, ni siquiera había observado que parece estar formada por dos; si lo está pero en latín, con otro significado, al castellano ya no se escucha muy bonita, es verdad, tienes razón, jejeje. Gracias Aurora.
Es verdad Ana; el camafeo y el retrato por separado son muy recurrentes como mencionas y se me ocurrió unirlos en una historia; muchas gracias por los comentarios, me gustaron mucho. Otro beso para ti.
Hola Ana, muchas gracias, Camafeo es el objeto, el medallón donde se guarda la foto del ser querido, la joya; no pensé en el juego de palabras.
Sí, Lorenzo era un niño solitario, sus padres tenían muchos compromisos sociales. Gracias Ana.
Impresionante historia.
Suerte.
Besicos muchos.
Muchas gracias. Besitos para ti.
Elizabeth, el mito del retrato se cumple en este desalmado, desgraciadamente. Suerte y saludos.
Muchas gracias, suerte para ti. Un gran abrazo,
Elisabeth, un relato con mucha historia en muy poco espacio.
Esta vez la maldición llega de un camafeo, no de un cuadro.
Te felicito.
Suerte
Muchas gracias Asun, igualmente, un gran abrazo.
Elisabeth, muy buen relato. Solo encuentro una elipsis demasiado grande, aunque se entienda, cuando obvias toda referencia a su comportamiento, años pasados, violencia, todo. Pero está bien. Es solo mi impresión personal.
Mucha suerte y un abrazo.
Muchas gracias Ricardo, entiendo,tomo en cuenta la sugerencia, un abrazo y nuevamente garcias.
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Eliza, un relato que requiere más trabajo, sobre todo la segunda parte. La primera frase me ha gustado mucho.
Muchas gracias maestro!