FEB81. EL RETRATO, de Miguel Ángel Molina
Cada vez que saca la foto del compartimento secreto de su escritorio, no puede evitar el rememorar esas imágenes que siempre le han acompañado: las salas repletas de zapatos, los montículos de gafas, las maletas apiladas hasta el techo, y sobre todo el humo saliendo sin cesar por las chimeneas.
Hoy, que siente cómo su vida se apaga, deja escapar las últimas lágrimas por todo el horror vivido y arruga con rabia, con manos temblorosas, ese retrato sepia que tantos años le ha acompañado. En él, mucho más joven, luce orgulloso su uniforme negro repleto de insignias y medallas.
Muy bien llevado y con toda la crudeza del tema. Buen cierre, lo que quizás hubiera hecho sería romper la foto antes, pero eso lo decide el personaje, y quiso esperar.Buenas y justas. descripciones Suerte.
En este caso no sé si lo de más vale tarde que nunca es una excusa, pero al menos lo hizo.
Gracias por tus palabras.
Saludos
Duro relato, pero no por eso menos bello. Me gustó mucho el final. Saludos.
Pues si a ti te gusto Camilla ya me dio por satisfecho.
Muchas gracias por tu aporte.
Saludos
Dicen que la Historia no hay que olvidarla para no repetir mismos errores. Lo malo es que actualmente los perversos se inventan mil estrategias para seguir haciendo el mal. Y sin uniforme, con una puta cartera pagada por todos vale.
Buen relato, Miguel Ángel, de los que muestran la escena cruda sin contar. Tu personaje me parece otra víctima, aunque estuviera del lado equivocado.
Un abrazo.