FEB98. LA SONRISA DE LA GIOCONDA, POR EL PROF. CLAUDIO CALZAZONI, de Rafa Heredero
Mucho trabajo ha costado descubrir la identidad de La Gioconda a historiadores y expertos en arte, cuyas numerosas investigaciones ya fueron compiladas en un excelente ensayo (1). Sin embargo, la polémica sobre qué provocó su enigmática sonrisa, tan magistralmente plasmada en el lienzo por Leonardo da Vinci, todavía sigue generando diversos debates. ¿Por qué sonríe de esa peculiar manera? ¿Qué es lo que la hace tan intrigante y al mismo tiempo tan cercana? Ya apunté algunas soluciones a este misterio en uno de mis anteriores estudios (2), y ahora vengo a confirmar esas primeras impresiones y a desvelar quizá de forma definitiva su secreto. Efectivamente, ese pícaro brillo en los ojos, la luz que emana de su rostro, el leve matiz que dibuja el perfil de sus labios… todo ello nos lleva a la evidente conclusión de que se la estaba pegando a su marido. ¡Si lo sabré yo! ¡La de veces que habré visto esa misma expresión a mi mujer!
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(1) Karl Bowaransky, Der Ehemann der Gioconda, Geweih Verlag GmbH & Co., Dormagen, 2002. [Hay traducción española: El marido de La Gioconda, Ediciones Las Ventas, Madrid, 2002.]
(2) Claudio Calzazoni, Donne e cortigiane nel Rinascimento italiano, Corno Editore SpA, Torino, 2004.
Algo era ello….
Y no debía faltarle razón.
Gracias, Aurora por pasarte por aquí de nuevo.
Rafa, muy suceptible es ese marido. Saludos.
Motivos no debían faltarle con todo lo que sabía.
Un saludo, Calamanda, y gracias.
La historia me parece original, pero lo que más me gusta es el estilo de este micro académico con notas a pie de página y con una conclusión tan poco académica. Enhorabuena, Rafa.
Hola, Ana y gracias por tu comentario. Es que ya quería salirme un poco de lo que solía escribir y me apetecía jugar y experimentar con la ironía hasta el el final, tanto en el fondo como en la forma.
Un fuerte abrazo y muchísima suerte en la gran final y en la final más dulce, que ya queda menos.
Un relato bastante especial. Me ha gustado.
Besicos muchos.
Sí, un poco especial sí que es. Gracias por tu comentario, Casa encendida, y mucha suerte.
Saludos.
Excelente el desarrollo de este descubrimiento. Sí que es verdad que la cara es a veces el reflejo del alma. Este erudito lleva los cuernos con mucha resignación artística.
Un abrazo.
Al parecer estudió bien el tema; como buen erudito sabía dónde podían estar los mejores ejemplos. Gracias por tu comentario, Susana.
Otro fuerte abrazo para ti y mucha suerte.
Muy divertido, y excelente ese recurso de la notas al pie. Me encanta el juego entre el estilo mantenido a lo largo del texto y el final, mucho más íntimo y prosaico.
Muy amable tu comentario, Elisa, y gracias por pasarte por aquí.
Muchísima suerte para ti este mes. Un fuerte abrazo.