143. Felis silvestris
Algunas personas opinan que tengo un carácter arisco y que saco las uñas a la mínima, como los gatos. Puede que tengan razón. Y puestos a comparar, yo me veo más parecido a Garfield que a catwoman. Prefiero atusarme los bigotes a depilármelos. Lo de corretear por los tejados me parece arriesgado y cansadísimo; yo soy más de siesta en el sofá. Y por la noche, que todos los gatos son pardos, a la cama, a dormir. Tampoco me va el rollo del látigo, me gusta más que me acaricien detrás de las orejas. Me encanta comer cualquier cosa a cualquier hora, lo de las dietas tampoco es para mi. Y la ropa ajustada… uff, no, mejor andar por ahí en cueros, pero de los otros.
Un hombre muy felino, con las cosas muy claras. sólo le falta el color naranja para ser un clon de Garfield, pero en su equivalente humano. Es más simpático que Catwoman, donde va a parar, como simpático es este relato
Un abrazo, Aurora. Suerte
Simpática muestra de una especie de dualidad entre hombre y animal. Aquí, además vemos que, ante todo, prima la comodidad. Lo entendemos. Suerte y un saludo, Aurora.
Hola, Aurora.
Me gusta mucho el título, bien irónico, en contraposición con lo que escribes acerca de este híbrido de humano y de gato, que parece decantarse por las costumbres humanas. «Felis comodonis». Un texto humorístico que nos saca la sonrisa o la risa abierta en estos tiempos de maleza. Mi muy enhorabuena. Besos.
Simpático relato que nos adentra, por un lado, en los estereotipos del culto al cuerpo y a la imagen, y por otro, el culto a esos pequeños detalles que hacen la vida más placentera. Abrazos y suerte, Aurora.