47. Fiebre
Él, que no sabe nada de la colección de mis últimos años, que no sabe que estoy al abismo de las cuatro décadas viene y me atrapa en su sonrisa, y pasa su mano treintañera por mi brazo y repite el movimiento… y siento su tibieza. Y en milésimas de segundos me pongo tensa pensando en las tareas fuera de la oficina, en mis hijos, en la ropa sucia, en mi cuerpo somnoliento. Pienso en lo mal que está demostrar que me gusta que me mire, que se acerque y me toque tiernamente. Siento la vergüenza de que note mis tensiones, y lea una parte de mis miedos, y le dé risa desde un lugar distante y frío.
Me veo patética, sufriente por la maraña de mis sentimientos, por la incomodidad de no saber si el percibe mi colección de amores olvidados, y me toca como se toca a las mamás asustadas ante la fiebre del niño.
‘Siento la vergüenza de que note mis tensiones, y lea una parte de mis miedos, y le dé risa desde un lugar distante y frío.’ me gustó esa frase, te trasmite muy bien la inseguridad que siente ella. Saludos!!!