76. Fijación
Las tres hermanas hemos tardado muchos meses en reunir las cuatro mil ochocientas pesetas que cuesta la Polaroid que le regalaremos mañana a nuestro padre por su cumpleaños. La verdad es que a ninguna de nosotras nos gusta este asunto de las fotos instantáneas. Por hacerse enseguida, pierden en cuanto salen a borbotones por la ranurita lo que tendrían que tener de recuerdo, de fijador de las cosas, es demasiado temprano para quedárnoslas mirando llenos de sorpresa, lo que vemos son dos veces de lo mismo. Pero eso no importa, la máquina no es para nosotras, es nuestro padre el que está obsesionado, regalársela es nuestro afán desde hace meses. Él dejará de llamarnos cada tarde una por una, ya no nos necesitará tanto porque esta es una máquina milagro que lo tiene todo dentro. Los mecanismos y los engranajes. Las pinzas para no tocar. Los líquidos en su justa medida. Y sobre todo el cuarto oscuro.
Si acaso, detener el tiempo nos hubiera gustado un poco antes.