32. Filomena y su vital esencia (Alberto BF)
Esa mañana de Enero sus ojos reflejaban esperanza. Daba igual el hielo y la escarcha, y ese gélido viento que asolaba su pequeña aldea, cercenando la piel de sus paisanos. Ella estaba por encima de cualquier obstáculo, su vitalidad no entendía de límites, y menos si estos pretendían ser climatológicos.
Baltasar ya había abierto camino hace horas, pertrechado en su raído abrigo y con su mente ajena a las inclemencias. Ocho pequeños estómagos que alimentar eran suficientes para distraer cualquier atisbo de zozobra ante la lucha diaria, y no permitían el desaliento, por tentador que fuera permanecer al calor de la lumbre.
La Alcarria mostraba su cara más ruda, emboscada en su invernal silencio, y empeñada en compartir su yerma esencia sólo con los que de verdad la sentían como propia y tenían los arrestos para soportar sus poderosos envites.
El rigor de su pulso fue dejando en la cuneta a los menos afortunados. Un día Baltasar no logró regresar a la lumbre, y los pequeños estómagos que alimentaba corrieron suerte desigual. Alguno de ellos hoy aún lo cuenta, y puede atestiguar que el espíritu de la vital Filomena pasó a formar parte, inmortal y centenario, del sobrio encanto alcarreño.
Nos muestras de forma muy acertada la dura vida de las familias campesinas, en este caso de La Alcarria, sufriendo ciclicamente esos rigores invernales y su resignación ante ellos. Y qué decir de Filomena y de otras muchas como ella que consiguieron sacar a sus familias adelante consumiendo parte de sus vidas y de su bienestar. Suerte y saludos.
Muchas gracias por tu comentario, Jesús. Mucha suerte para ti también!
Un saludo!
Reflejas, Alberto, un panorama desolador y, al mismo tiempo, con esperanza, en las áridas tierras alcarreñas. Me ha gustado cómo has descrito la vida de tantas familias numerosas de antaño, en las que la climatología, y la falta de medios, provocan estragos.
Felicidades y un abrazo.
Muchas gracias, M.José.
Un abrazo!
Alberto, cuentas con mucha elegancia la dureza de ese entorno. Suerte y saludos
Muchas gracias, Calamanda!
Saludos y suerte para ti también.