77. Fortunato (un hombre con suerte) Virtudes Torres
Fortunato Buendía Alegre, nació feo y patizambo. Creció con los dientes rotos por una coz de Mistela, la mula.
Era cerrado de mollera y en el colegio aprendió poco…, muy poco… ¡Nada!
Cuando pasaba alguna desgracia, siempre andaba cerca, eso le dio fama de gafe. Tenía pocos amigos y amigas ni una.
Intentó suicidarse. Probó con pastillas, antes, leyó el prospecto y pensó que tenían demasiadas contraindicaciones. Se preparó un coctel con amoníaco pero el olor no le permitió tomar un trago.
Se tiró desde una ventana, justo en el momento que aparcaba un tractor cargado de alpacas de paja. Tomó la escopeta de dos cañones de su padre, la cargó y apretó el gatillo. La cabeza de jabalí trofeo de caza de su progenitor cayó al suelo rompiéndosele un colmillo.
El padre lo mandó al campo con las ovejas. Allí observó el vuelo de los pájaros, estudió las formas de las nubes, conoció cuándo el viento traía lluvia.
Aprendió a predecir el tiempo con las “cabañuelas” y la gente empezó a pedirle consejos sobre cuándo sembrar, o recoger la cosecha.
En el campo, entre los animales, en plena naturaleza, Fortunato Buendía Alegre logró ser feliz.
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Fortunato (un hombre con suerte). Fortunato Buendía Alegre… Me acabas de alegrar la mañana, Virtudes, que la tenía un poco gris. ¿Qué mejor forma de empezar el día, no?. El título me ha encantado, el nombre del personaje es el mejor, y el comienzo invita a leer el resto de la historia. Felicidades y un abrazo.
Cuánto me alegro de que te haya alegrado el día.
Me siento muy feliz si los que están a mi alrededor lo son.
Un abrazo y energías positivas.
Virtudes al empezar a leer pensé que este Fortunato que podría ser mi primo era la oveja negra de la familia, pero mira ha sido como el patito feo que se convierte en cisne.
Un cuento precioso que es el resumen de mi trabajo, ya que en él tratamos de demostrar que todos somos válidos, cada uno con sus capacidades.
Volviendo a tu relato, muy bien integrado el tema «cañones» tanto que pasa desapercibido, lo cual para mí es un logro total.
Felicidades, creo que es una propuesta muy buena, además de preciosa.
Besos
La mayoría de las veces, nos dejamos llevar por el aspecto no ahondamos en el interior de las personas. A mí me gusta mirar y ver más allá, en el interior.
Tenía otro relato (muy gore) pero no me terminaba de gustar. Ayer cuando empecé a escribir no sabía por dónde iba a salir Fortunato. Te aseguro que le quiero mucho. Besos.
Bonito, Virtudes, muy bonito tu cuento en donde el nombre y los apellidos pasan de ser una ilusión a una realidad.
Todos tenemos un sitio, el problema es encontrarlo.
Un beso
Los padres al bautizarlo sabían lo que hacían, jaja. Otra cosa fue la vida que le tocó llevar.
¿lo mejor? Que pudo demostrar su valía. Entre la naturaleza, nadie lo cuestionaba y salió todo lo bueno que llevaba dentro.
Muchos besos.
Virtudes, me supo a poco, quería saber más de la vida de Fortunato. Me atreví emparejarlo con Remedios La Bella.
Abrazos.
En 200 palabras caben pocas explicaciones. He de decirte que tampoco yo cuando empecé a escribir sabía por dónde iba a salir Fortunato, Me fui enamorando de él conforme escribía y no podía darle un final malo.
Por otra parte que lo emparejes con Remedios la Bella es todo un honor.
Ambos desgraciados e incomprendidos.
Un abrazo y gracias por tu comentario.
Qué bonito Virtudes, y qué original propuesta para introducir los cañones.
Me ha gustado mucho, con esa lectura fresca que se hace rápida.
Felicidades.
Me alegra de que su lectura entre gratamente y no a «cañonazos» jaja.
Gracias por tu comentario, Blanca, siempre es agradable verte por aquí
Muchos besos.
Un curioso personaje que conforme va pasando la historia, de feo se hace cisne.
Relato positivo, con moral y moraleja. Con acierto y buenas letras.
Felicidades por ello.
Un beso grande.
Gracias por tus bonitas palabras Belén.
Lo fácil que resulta colgar un «sambenito» y lo difícil que es quitárselo.
Menos mal que Fortunato tuvo suerte.
Muchos besos.
Felicidades, Virtudes; tu Fortunato es un personaje singular, de los que pareciendo sencillos y anónimos, pueden ser protagonistas por derecho propio. Una alegoría de la diferencia muy bien conseguida.
Suerte y besos.
Pues si Anna, Fortunato es la viva imagen de esa gente a la que se le da de lado sin pensar en el mal que se les hace.
Menos mal que todas las tentativas de suicidarse se le dieron mal y pudo demostrar lo que tenía dentro.
Muchos besos.
Virtudes, el relato me ha encantado. La sociedad rechaza a los que se apartan de los estereotipos de la normalidad, no valoran a las personas tal como son o pueden llegar a ser. Fortunato merece ser feliz. Por cierto, no suicidarse con pastillas por las contraindicaciones, genial. Abrazos y mucha suerte.
Totalmente de acuerdo con tu comentario.
En lo que se refiere a las pastillas, en un principio la frase hacía referencia a cómo iba a quedar de no morir en el intento con tantos efectos secundarios.
Una vez escrito el relato fui cortando y me pareció que tenía su punto de gracia.
Si lo he conseguido pues fenomenal.
Un abrazo muy fuerte.
Hola, Virtudes.
Pobre Fortunato. Cuando a un personaje le suceden tantas cosas malas me suelo encariñar con él. Con este me ha pasado.
Felicidades porque haces que el lector sienta simpatía o cariño y no pena.
Un beso muy grande, reguapa, y suerte.
Gracias Towy. Yo también quiero mucho a este solete.
Un besazo.
Dejo un enlac del muñeco Fortunato de la suerte: https://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-728365936-antiguo-muneco-goma-fortunato-de-la-suerte-1969-_JM
Saludos!