35. GOTAS
Una gota corriendo por mi mejilla observando el horizonte donde por fin creo verte esperándome.
El charco en el que juego mojando mis viejos zapatos camino del colegio.
Un pequeño arroyo en el que bebo extenuado después de la larga travesía por la montaña.
El río en el que me baño jugando con los peces que saltan alrededor.
El lago azul trasparente como el amor que te proceso.
Un mar del color del cielo y donde no se distingue la frontera entre ambos.
Y en el extenso océano me pierdo buscando aquella gota de lluvia que corría tras aquella otra por mi mejilla, al no haberte encontrado como pensaba, para besarte y abrazarte, ni a ti ni a ellas.
Antonio, bonita forma de contar una vida en esas etapas vinculadas de alguna forma al agua en sus distintas formas. Suerte y saludos
Gracias Calamanda por tu comentario. Agua eres y en agua te convertirás, ?o no es así?. Saludos, Antonio
Vaya, menos mal que el ciclo del agua es el ciclo de la vida y la aguas siempre vuelven a su cauce. Quizá en este momento de tu protagonista, todo sea agua subterránea pero ¿ De dónde nacen los manantiales cristalinos? Pues eso.
Muy bonito tu relato Antonio. Feliz tarde de liga, uys, quise decir, de sábado, jajaja.
Muy bonito tu comentario también, gracias. Y quedan todavía partidos, Aúpa Atleti!!. Saludos, Antonio
Un increíble viaje de una lágrima hasta la aportar su cuota de sal al océano.
Me gustó.
Un abrazo y suerte.
Gracias Moli por tu comentario. Antonio
Se palpa la nostalgia en el poso que dejan tus bellas palabras, Antonio. Suerte.
Igualmente Jesús gracias por tu bonito comentario. Saludos, Antonio
Precioso viaje de la gota hasta el inmenso océano. Maravilloso relato.
Un abrazo
Y también largo viaje que merece la pena. Gracias por tu comentario Blanca. Saludos, Antonio Ortuno
Hola Antonio.
He disfrutado mucho leyendo este ciclo vital que nos ofreces. Imágenes preciosas, palabras delicadas y preñadas de sentimiento.
Bravo por el escritor, hurra por tu apuesta. Me ha encantado. Te deseo suerte allá donde te encuentres.
Ton.
Qué buena idea retratar el amor mediante un ese in crescendo acuático para llegar, de nuevo, a la gota orinial (bueno, a otra gota, en realidad).
Muy bien, Antonio.
Saludos cordiales.