GRACIAS, PALOMA
Ha sido un verdadero placer conocerte, Paloma.
Tu crónica de la visita es un maravilloso regalo para nosotros.
Un beso enorme de tus amigos del río y los habitantes del bosque.
La gente del Molino de Bonaco y El Sendero del Agua
Un regalo ha sido compartir esos ratos con vosotros que espero no sean los últimos.
Aún no he pedido mi deseo al tejo ni encendido la chimenea. No tengo más remedio que volver.