94. Guerra
La tormenta es esa palabra que nadie se atreve a pronunciar. Es como un hito maldito en nuestra historia, algo que los mayores se esfuerzan en olvidar y nosotros no acabamos de concebir.
¿Qué es una tormenta?, nos preguntamos unos a otros y nadie es capaz de dar una respuesta segura. Una gran cantidad de agua, dicen algunos. Una sucesión de descargas eléctricas que proceden del cielo, afirman otros; pero todo son conjeturas.
Hablar de agua en grandes cantidades parece imposible. Todo el mundo sabe que el preciado líquido se fabrica en unas industrias gigantescas, situadas en las montañas, en las cantidades justas para el consumo humano. Afirmar que el cielo puede descargar electricidad resulta absurdo, cuando es conocido que toda la energía se produce en pequeños paquetes, para evitar accidentes.
Cuando preguntamos a los viejos sobre el vocablo prohibido, suelen contestar con evasivas. Ellos saben lo que ocurrió, pero nunca nos lo dirán. En algunas ocasiones, cuando están relajados y vuelven a contarse sus viejas historias, emplean palabras indescifrables para nombrar a la tormenta. La que más me llama la atención es “guerra”.
Me gusta como vas rodeando el camino para llegar a ese final. Bien explicado y tirado con mala leche (de la buena, de escritor, digo). Mucha suerte 🙂
Gracias, Juan Antonio.
Gracias, Ana.
Juanjo, está claro en tu relato que el mundo ha cambiado, que no conozcan la palabra guerra es muy alentador. Me ha gustado. Abrazos.
Sí. He querido darle algo de esperanza. Aunque, ¿puede confiar en el futuro un pueblo que no conoce su pasado? Gracias por leer y entender. Un abrazo.
Hola, Juanjo.
Muy bien narrada tu tormenta. Debió de ser una gran y despiadada tormenta. Buenísima apuesta, a ver si hay suerte y estás entre los nominados.
Besos.
Gracias, Towanda. Lo mismo te deseo. Tengo que confesar que he descubierto este sitio gracias a ti y me está gustando mucho. Besos.
Pues me alegro mucho de que hayas venido de mi mano a este lugar donde todos somos tan bien aceptados.
Unos besos.
Ese mundo tan artificial, puede que sea el que llegará en menos que la humanidad se de cuenta.
La electricidad envasada. El agua fabricada… Y si añaden unas gotas para olvidar.
Un mundo fabricado para que nadie se acuerde del pasado. Alguien quedará para indagar. Seguro.
Saludos.
Sí. En el fondo ya ha llegado, o ya está llegando. La tendencia es evitar el peligro en vez de combatirlo. El olvido es otra forma de evitar peligros. El problema es que suelen volver y que, si los evitamos, tendremos que aprender de nuevo a combatirlos.
Gracias por tu comentario, Virtudes.
Saludos.
Hola Juanjo, es bueno leerte en ENTC. Me gusta este relato futurista, una historia no muy lejos de la realidad. Una apuesta fuerte, suerte.
Saludos.
Últimamente nos encontramos en muchos sitios. Qué bueno, viviendo tan lejos, geográficamente hablando.
Saludos.
Un reflexivo análisis sobre la tormenta, y las situaciones que evoca.
Que tengas suerte.
Gracias por tus deseos.
Saludos.