6. Había llegado el día (Gemma Llauradó)
Había llegado el día. Hoy tenía que despedirme definitivamente de mis padres. Hoy era el día en que tenía que aceptar, que no volvería a verlos, que no oiría más nunca su risa, ni vería más sus sonrisas, ni sus ojos, ni podría volverlos a abrazar, y tampoco volvería a escuchar sus voces… No estarían el día de mi boda, y nunca podrían verme convertirme en la mujer que siempre soñaron que yo sería. No aguantaba el dolor que me embarga en el alma, en mi pecho, y entre mis pensamientos, no soportaba, haberles perdido, mis aliados en esta vida, las únicas personas que con certeza sabía que nunca me hubieran dado la espalda. Cómo continuar un día tras otro, sin ellos nunca hubiera existido mi vida. Necesitaba que alguien me explicara cómo podía seguir, respirar, continuar la vida, cuando alguien que te ha dado la vida, que te ha cuidado, que te ha enseñado el valor de la vida, la valía de las personas, se han ido para siempre, como regresar en el tiempo… Imposible. Ese tiempo no regresaría jamás.
Ese tiempo no regresará, pero su recuerdo te acompañará para siempre. Un beso.