Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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112. Habitación 209

Me estoy cansando ya de esto. Se ha vuelto tan rutinario…

Está anocheciendo. Llueve. Un coche acaba de llegar al aparcamiento. Tarda en apagar los faros y en bajar. Típico. ¿Qué excusa dará? ¿Se habrá perdido? ¿Se ha hecho tarde? ¿Mal tiempo?… Me saluda. Le miro con desgana. Pregunta por una habitación libre tras explicarme que se ha perdido. Él mira la llave de la 209. Yo ojeo mi cuaderno de reservas y decido darle la 107. Pronto regresará diciendo que la tele no se ve o que hay humedades o que… Hay olores, me dice mientras me devuelve las llaves. Entonces le doy la 209. Le pregunto que si está seguro. Sí. Parece que tiembla un poco.

Las 3 de la madrugada. Agarro el otro juego de llaves de la 209. Él me está esperando sentado en la cama. No dice nada. Le sugiero que no me mire. Me siento a su lado y le tapo la boca con la mano, aunque últimamente ya nadie grita. Le asesto 6 puñaladas en el vientre. Y otra vez a limpiarlo todo. Otra vez a esconder el cadáver, aunque… no sé, quizás con el próximo decida dejarlos amontonados, sobre la cama.

21 Responses

  1. María Rojas

    Vaya con el trabajito de cargar muertos, que quieren serlo. Me pierdo un poco con eso de «aunque últimamente ya nadie grita».
    Muy bueno, Enrique. Envuelto en un rutinario renegrido.
    Felicidades

    1. Gracias María. Pues esa frase es una clave para entender el relato. Su intención explica un poco más la posible situación. No me gusta explicar mis relatos, pero si gano haré una excepción 😉
      Un saludo

  2. De repente, y sin que nos demos cuenta, nos sacas de la autopista a un camino pedregoso…y seguimos por él hasta un desenlace al borde mismo del precipicio. Genial Enrique.
    Mucha suerte

  3. Mª Belén Mateos

    Vaya trabajito nocturno tiene tu protagonista, aunque la monotonía parece ser que puede hasta con el más terrible de ellos. Clientes voluntarios, supongo que cobardes para suicidarse, buscan acabar con sus días en ese motel de carretera.
    Original historia.
    Suerte un abrazo Enrique.

  4. María Jesús Briones

    ¿Por qué, los hoteles de carretera, nos invitan a fantasear con historias de crimenes?
    Es un fenómeno curioso, lo que ha suscitado este lema.
    Te deseo lo mejor para tu relato

  5. Anda, que bueno. Sorprendente y original trabajo. Y lo comprendo perfectamente, cuando comienza la rutina, se pierde la excitación de la caza y la lucha, cuando deja de ser un reto, empieza a perder encanto. Yo también me planteo dejar el asesinismo en breve. Que me ha gustao un montón. Suerte para la lista.

    Saludísimos.

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