Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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42. Hambre vieja (towanda)

El océano sucumbió a los ruegos de abuela Katsumi concediéndole dos varones. Idénticos, salvo por una marca alunada en la mejilla del menor. Ser madre satisfizo su mayor deseo, pero siempre barruntó que ese hijo marcado, el favorito, no le pertenecía del todo.

Los muchachos fueron pescadores. Ichiro, el mayor, amaba el mar, pero Zinan pensaba abandonar y establecerse como artesano. En un oscuro del bosque se había prometido con Yumeko soterrando varias semillas de bambú. Acordaron esperar siete años a que la penumbra las hiciera enraizar. Entonces, se casarían.

Cantaba el gallo. La barcaza estrechaba redes cuando un viento rancio bramó, la luna quedó ciega y el océano, como padre con hambre vieja, engulló la embarcación…

Cinco lunas después, en funerales, la cala escupía un cuerpo. Abuela corrió a envolverlo buscando inútilmente la marca de la luna. Rota, desolló sus vientres salivando maldiciones al océano. Yumeko besó los labios del náufrago creyendo beber los del prometido. Él calló.

Cuando pudo caminar, acudieron al bosque. Su planta superaba los treinta metros.
Que no tuviera marca o que olvidara sus promesas lo achacaron al océano. Pero todavía hoy cuando, sesgadamente, madre le sorprende oteando el mar regresan las dudas. Padre calla.

64 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Las historias con gemelos pueden dar mucho juego, algo alcanzado aquí con creces, tanto en el fondo como en la forma. De verdad que sorprende. Es un relato digno de estudio en cuanto a lenguaje escogido y cuidado, a medida de un ambiente de tradición oriental. El mar reclama, con esa hambre vieja, que le sea devuelto aquel que depositó en préstamo entre los mortales. Pero la trama no se conforma con este desenlace, deja abierta una duda acerca del hermano superviviente en base a intuiciones, promesas no cumplidas y marcas desaparecidas, que produce cierta inquietud y acrecienta la magia que ya de por sí envuelve a toda la narración.
    Nunca estoy seguro de si mi entender es muy fiable, pero no puedo dejar de decir que estas doscientas palabras, o alguna menos, son una muestra de talento.
    Un abrazo grande, Towi. Te deseo la suerte que mereces.

    1. Hola, Ángel.

      Eres siempre tan amable que dan ganas de ponerte un piso, de verdad te lo digo. Antes de nada más, ¡gracias!
      Me encanta el mundo de los gemelos, me gustan las leyendas y los aires orientales en los cuentos, así que he intentado mezclarlo todo y ha salido esto. Al final he tenido que ajustar porque me pasaba un poquito de las 200.
      Un abrazo muy grande, Ángel y gracias.

  2. María Posadillo

    Una historia que fluye sola, con frases tan poéticas como contundentes. Destila tintes de leyenda que te atrapan desde el principio. Me ha encantado, Towamda.

    1. Hola, María.
      Me alegra que te parezca que fluye sola, genial!!
      Siempre digo que me gustan mucho las leyendas y he intentado hacer algo parecido a una leyenda.
      Gracias, guapa.
      Un beso grandísimo.

  3. María Jesús Briones

    ¡Qué bonita propuesta , la que hoy nos ofreces!. Cuanta sensibilidad has puesto en esta historia de pescadores y como has hecho que nos emocione.
    Felicidades por tu arte narrativo, Towanda.

  4. José Ignacio B.

    Towanda, hay que reconocer que eres la caña!!! Te has ganado un… ¿cómo era aquello? Ah, sí: un besotazo ;-))

    Mucha suerte!!!

  5. Tendré que leer más despacio tu relato, para saborearlo mejor, entenderlo y aprender un poquito (o mucho) de ese lenguaje que no sé de dónde sacas.
    No tengo mucho que añadir a comentarios anteriores.
    Te veo ya en la recopilación del 2016 y creo que sería muy justo y muy merecido.
    Un besazo

    1. Hola, Asun.

      Saborea lo que quieras y ponte ya con el tuyo, que luego tendrás menos tiempo. ¡Venga, vamos!
      Gracias, guapa.
      Un beso de fin de semana entre fogones.

  6. Gloria Arcos Lado

    Muy bella tu historia de mar, leyendas y gemelos que nos deja un importante interrogante.
    Enhorabuena. Un beso muy fuerte. Gloria

    1. Hola, Gloria.

      Son apasionantes los gemelos, la verdad.
      Me alegro mucho de que te haya gustado y cuando resuelvas el interrogante, me lo dices.
      Besos, guapa y mucha suerte también para ti.

  7. Víctor J. Menargues Ramón

    Leyendo tu relato no me ha costado nada imaginarte bordándolo en seda, con agujas invisibles, sobre alas de mariposa.
    Así de sutil me ha parecido.
    Enhorabuena.
    Creo que no te va a hacer falta tener suerte.

  8. Hola, Juan.
    Cuántas sensaciones transmites con tus comentarios. La verdad es que da gusto leerte por esas referencias a autores o a vivencias que, tantas veces, desconozco. Ah, y sobre todo por esa amabilidad que gastas. ¡Gracias!
    Coincidencia en el 42 o el 24 o que somos gemelos separados al nacer, jajaja.
    Voy a buscar a Lafcadio Hearn porque seguro que me encantará.
    Te deseo que disfrutes de lo que queda de fin de semana, tú sí que eres un peazo de artista.
    Un besabrazo enorme, inmenso.

    1. Hola, Modes.
      Guau, ¡gracias!
      Si es en serio, dormiré felicísima esta noche con ese peazo nota. Y si no lo es, me sumiré en un lago oscuro del que no volveré a salir, jajaja.
      Un abrazo gigante y muchísimas gracias.

  9. Ton

    Hola Towanda.
    Te han comentado cosas preciosas los compañeros. Poco puedo decirte yo que supere ese sobresaliente que te otorga el maestro Modes, y el cual suscribo.
    Me recuerda tu relato a la literatura de Natsume Sóseki. Si tienes la oportunidad échale un vistazo a su novela Kokoro (Corazón), pues merece la pena.
    Me gustaría escucharlo, entre los elegidos, en la voz de Mar.
    Abrazos,
    Ton.

    1. Hola, Ton.
      Los compañeros son muy generosos, la verdad, te llenan de ánimo siempre sus palabras.
      Voy a apuntarme ese escritor y buscaré la novela que me propones. Ya te contaré.
      Gracias infinitas.
      Un abrazo inmenso.

  10. MªBelén

    Todo un relato con sabor a leyenda.
    Una preciosa manera de narrar, casi poética. Aires orientales que le dan ese toque de misterio y belleza.
    Una historia con promesas, espera y desgracia.
    Me encanta esta frase: «desolló sus vientres salivando maldiciones al océano.»
    Una maravilla leerte siempre, y más ahora que ya le pongo cara, voz y alma.
    Un beso enorme mi visible amiga.

    1. Hola, Belén (que ya no se me olvida).
      Me encanta que te haya gustado. Personalmente, me encantan las historias con aire de leyenda y ahí he querido aproximarme, no sé si con acierto o no.
      Muchísimas gracias siempre por tu presencia y amabilidad en las palabras.
      Yo también estoy contenta de haberte puesto cara y cuerpo en 3D. El alma ya la había sentido cada vez que te leo.
      Besos, bonita y te deseo mucha suerte también para ti.

  11. Blanca

    Precioso relato Towanda. Me ha encantado, qué originalidad de prosa poética, una historia que suena a leyenda oriental.
    Besos

  12. Salvador Esteve

    El título ya te arrastra, irremediablemente, a leer esta preciosa leyenda con aura de misterio y usurpación de identidad y anhelos, con el hechizo del mar siempre latente. Me ha encantado, Towanda. Abrazos y mucha suerte.

    1. Hola, Salvador.
      Me llena de orgullo y satisfacción tu bonito comentario. Las leyendas cuando hay gemelos por medio me parecen un filón para crear historias. Si esta te ha gustado, me doy por contenta y mucho.
      Gracias por pasarte.
      Un abrazo grandísimo.

  13. Una obra de orfebrería narrativa, llena de riqueza y matices que esconden más de una historia: ¿Qué ocurrió entre los hermanos dentro de las fauces del mar antes de que vomitara media parte del botín? El gemelo desmarcado parece padecer un amor imposible, platónico mientras viva el menor. Un naufragio siempre es oportuno para apartar rivales. Un plan perfecto hasta que llegan los remordimientos o, quien sabe, el momento de pagar su deuda con el mar.
    Me ha cautivado tu cuento, Towanda. Es una auténtica maravilla. Enhorabuena.
    Un abrazo.

    1. Hola, Antonio.

      Comentarios como el tuyo suben el ánimo a cualquiera. Me gusta, especialmente, esos interrogantes que te planteas y esas explicaciones que tan bien encajas tú mismo.
      No puedo más que agradecerte tu paso y tus hermosas palabras.
      Un abrazo grandísimo.

  14. Malu

    Towanda, no me está dando tiempo a leer todos los micros sobre el océano, pero sin duda, de los que llevo leídos (que son como la mitad), el tuyo me parece el mejor, brillante, maravilloso, merecedor de premio por su sensibilidad, delicadeza, vocabulario, narrativa…
    Te doy mi enhorabuena y te mando un beso grande.

    Pd. Solo me queda una duda, ¿qué pasó bajo aguas oceánicas para que solo saliera uno de los hermanos con vida? Eso da para otra historia. Mucha suerte.

    1. Hola, Malu.

      El tiempo, qué lata tenemos todos con el tiempo! Lo larga que se hace la semana y luego, el fin de semana pasa volando. Por tanto, que te hayas detenido a leerme es algo que te agradezco muchísimo. Y, doblemente, por el hermoso comentario que me dejas.
      Esa duda que tienes sobre qué fue lo que pasó en las profundidades oceánicas es algo que, hasta hoy, no me ha contado el gemelo superviviente, pero sigo insistiendo en que me lo diga aunque sea al oído.
      Muchísimas gracias, guapa.
      Un beso grande, enorme, inmenso.

    1. Jó, Loren, ya no te vemos el pelo o no tanto como antes. Eso lo tienes que solucionar porque eres un acicate para subir los ánimos cuando están decaídos.
      Gracísimas por tus palabras y te deseo mucha suerte también a ti con ese frenético micro que es como una cinta de video de las antiguas rebobinada hasta el infinito.
      Un besabrazo gigante.

      1. Towanda, ya me gustaría llevar siempre el mismo ritmo, pero a veces la carga de trabajo, otros proyectos, etc hace que tengas que frenar. El tema del libro también nos ha llevado mucho trabajo, corriges, corriges y corriges y el gazapo sigue vivo es increíble… son como los virus, nunca mueren. Aún así todavía, o eso creo, no he fallado a ninguna convocatoria, ¿no? Ni mucho menos a dejar de leer la perla de Towanda. Gracias, amiga, por acordarte de mí, eres de lo mejor lo mejor. Besazos.

        1. Lo sé, Loren, es difícil compaginar tantos proyectos. A mí tampoco me llega el tiempo para hacer las cosas que quiero, pero desde hace un par de meses decidí tomarme una hora al día -en exclusividad- para mí. Y lo cumplo siempre que puedo.
          Me acuerdo mucho y, aunque dices que no has faltado a ninguna convocatoria, yo te he echado de menos. Seré yo que me hago mayor y se me olvidan las cosas.
          Un beso y toda la suerte del mundo para vuestro libro.

  15. Jopé, qué pasada de historia, mi querida Towanda, cómo me lo he pasado leyéndote. Me gusta toda ella pero especialmente esto… «Cantaba el gallo. La barcaza estrechaba redes cuando un viento rancio bramó, la luna quedó ciega y el océano, como padre con hambre vieja, engulló la embarcación…» (a quién se la has robado, confiesa… jajaja) Qué grande eres, preciosa.
    Se me olvida, ¡qué bien se te dan los gemelos…!, creo recordar que ya los has utilizado alguna vez, no?
    Un besazo amiga, me encanta verte tan pletórica.

    1. Hola, Rosy.

      Me encanta el universo de los gemelos y, efectivamente, tengo varios micros con esas parejas de protagonistas, jejejeje. Dan mucho juego.
      Esa frase que te gusta tardé mucho en dejarla a mi gusto, no te vayas a pensar que me salió así de golpe.
      Bueno, bonita, gracias por tus palabras y besos a pares.

  16. Que leyenda tan bonita y bien escrita. Como llego casi al final, dejo en palabras del resto de compañeros todos los piropos que mereces y te diría. Besazo enorme y suerte no, que no la necesitas reguapa.

    1. Hola, Eva.
      Agradezco muchísimo tu visita, como siempre, y tus palabras, también como siempre. Eres un solete, que lo sabes, que te lo repito y lo repetiré porque es verdad.
      Me alegro mucho de todo lo que me dices.
      Muak, guapetona.

  17. Demasiados personajes, me he perdido dos veces, y mira que me gusta lo que leo. Lo reintentaré. Abuela que tiene dos hijos. La prometida del menor. ¿Cinco lunas después? Aquí me perdí, pensé en 5 meses lunares, y creo que son cinco días, después de comprender que los funerales no se retrasan tanto. ¿Desolló sus vientres? ¿Qué vientres rajó si solo hay uno (el hijo)? ¿Pero si está vivo después de 5 meses? ¿Él calló, pero si está muerto, a no que está vivo? Ah, es que no oyó a su vientre!.Su planta, (de ella, no de él) ¿madre le sorprende, no era abuela? ¿Qué hace el padre al final?

    En resumen, Tow, me lo voy a hacer ver pues mi mente tira por unos derroteros extraños. Después de todo y múltiples lecturas comprendo totalmente el relato, y me agrada lo que cuentas, el lenguaje, la atmósfera y todo, salvo esa cantidad de personajes y que a la madre le llames madre y abuela, y que el padre aparezca al final. En fin, que estoy mayor. Convencido estoy de que el relato necesita la extensión que tenía originalmente. Te admiro.

  18. Hola, Ximens.
    En el primer párrafo de tu comentario veo que no te ha gustado mucho y siento que no lo hayas entendido. Te diré que el narrador es el nieto, por eso hay madre y abuela. Personajes hay cuatro, no son tantos. Cada noche hay una luna. «Desgarró sus vientres» es un modo poético de decir que se rompía por dentro… El resto de preguntas/dudas te las aclararé algún día en persona.

    En el segundo párrafo, sobre la extensión original te comento que salieron 220 palabras, que más que en historia se consumían en detalles descriptivos de los bosques de bambú (que son mágicos). Coincido en algo que dices en ese segundo párrafo contigo, y ahí lo dejo… a tu imaginación.

    Un abrazo grandísimo y gracias por tu tiempo.

  19. ¡Qué preciosidad Towanda! Una historia de gemelos, marcas y mar, de deseos y esperanzas, de dudas que perduran,… Y qué bien escrito! El pequeño párrafo central en un buen ejemplo de ello.
    Un relato para leer y releer.
    Un beso.
    Carme.
    (y ya que hay un comentario similar, encantada de haberte conocido en Zaragoza 🙂

    1. Hola, Carme.
      Muchísimas gracias. en un día tan caluroso como hoy se agradecen esas palabras tan frescas.
      Un placer, desde luego, conocerte en Zaragoza y disfrutar del entusiasmo que desprendes.
      Besazos.

  20. María Jesús Briones

    Veo cierto realismo mágico en tu micro. Me atrapó desde el principio y lo he leído con mucho detenimiento para no perderme.
    Has creado una especial atmósfera con un lenguaje muy rico.
    Mucha suerte, Towi. y miles de besitos virtaules.

  21. María

    Towanda, tu hermoso relato es de esos que le dejan a una abiertas las puertas para ponerle el final que mejor se acomode a los propios deseos. Si él calló, espero que haya sido por puritito amor… . Un abrazo y ¡muchas felicidades!

    1. Hola, María.
      Y tu amable comentario es de los que refrescan una tarde de 34º.
      Tú tienes el poder de ponerle el final que más te guste. Si crees que él calló por amor me parece estupendo.
      Un abrazo grandísimo y gracias por detenerte a comentar.

  22. Enrique

    Qué hermoso, Towanda. Todo un derroche de arte e imaginación con el que has logrado un relato que parece sacado de una antología oriental.
    Enhorabuena y suerte.
    Un abrazo.

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