HASTA QUE DURE
No quiero exagerar, pero la verdad es que esta vez creo que sí lo dejé a punto de caramelo. Al principio, no se creía que yo había sido uno de los estudiantes más sobresalientes de mi promoción en el instituto y el más laureado en la universidad, que en otro trabajo había conseguido ser el mejor vendedor de toda la temporada, y que nunca había encontrado un mejor jefe que él. Después de la borrachera de mentiras, lo primero que espero es una promoción, luego vivir del cuento un poco más, y por último probablemente morir en el intento, otro más.
Un “prenda”. Lo malo es que de estos hoy unos pocos. La falta de ética profesional, o más bien social, lo inhabilita para la convivencia. Pero aquí lo tenemos, “viviendo del aire”.
Muy descriptivo y en pocas palabras.