49. ¡Hay que ver… Dugo!
Ansioso, no dejo de entrenar, de practicar.
Desde que me escogieron en la audición…
¡Corto fruta y verdura como si para treinta hiciera falta guarnición!
Para hacer muñeca… cebolla en Juliana, zanahoria en Brunoise, apio en Mirepoix y, al medio, patatas, sandías, algún melón…
¿calabacines y calabazas?
pfff… ¡un montón!
Después salí a cortar leña, también hay que hacer brazo… ¿qué se piensa la peña?
El filo está en su punto, también mi determinación, pero mantengo la calma, no quiero perder la cabeza de la emoción, eso le toca a otro…
¡el día de la ejecución!
Ese día llegó, su público debut aconteció, el capirote lo cubrió, el hacha cayó… y la cabeza rodó.
¡Ya soy un auténtico verdugo!
El pueblo lo aclamó, el sueño de Dugo se cumplió.
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Hola, Rodrigo, ¡y yo pensando que iba a debutar en un concurso de cocina o en un restaurante! Menudo entrenamiento el de Dugo. Un texto visual y original. Mucha suerte y un saludo.
Supongo que la intención del relato es hacer parodia, humor oscuro de algo tan vil como una ejecución, tratando de despenalizar al verdugo.
Algunos de los que vivimos donde eso ya no ocurre hace muchos años (ejecutar con un hacha), tenemos una perspectiva diferente para valorar el texto, máxime en el contexto en el que se ha presentado. Personalmente, no me veo con capacidad para conocer cuál era la intención del autor. Lo que está claro es que cada persona tiene sus experiencias previas y un mismo contenido tiene diferentes impactos, según las sensibilidades. Yo lo entendí con una referencia histórica de siglos atrás, dado el método utilizado. Sin duda que hemos evolucionado mucho desde entonces, pero aquella realidad existió. Emplear esa situación en un relato y juzgarlo con el contexto del siglo XXI…
Rodrigo, un micro divertido y musical para contarnos una historia que se desvela al final. Es muy original.
Un abrazo y suerte.
Muy ocurrente el autor; cualquiera pensaria en algo mas placentero, pero está claro que » hay gente pa tó » en la humaniad. No hay nada que nos pueda sorprender
Enhorabuena al autor.
Con independencia de las sensibilidades que pueda tocar el texto, me ha parecido un relato original que, jugando con el tema de la diversión anticipada, presenta una preparación ilusionada del personaje que, eventualmente, acaba realizando una tarea que sorprende, introduciendo un final inesperado. Además, muy breve y fácil de leer. Hay muchas pequeñas joyas en esta convocatoria.
Ya firmaba yo en tener esa alegria antes de cada cosa que hago o voy a entrevistar a alguien…A veces me dan ganas de ser ese verdugo; sobretodo cuando veo a algún asesino que sigue vivo…
Mucho ingenio ha tenido quien ha escrito ese corto.
Ya firmaba yo en tener esa alegria antes de cada cosa que hago o voy a entrevistar a alguien…A veces me dan ganas de ser ese verdugo; sobretodo cuando veo a algún asesino que sigue vivo…
Mucho ingenio ha tenido quien ha escrito ese corto.