110. Hongos mágicos.
Siempre es allí, imagínense, rumor soporífero de un arroyo, paisaje idílico y mi predisposición innata a la melancolía y la ensoñación, todo hay que decirlo, y empiezan a brotar. Es como un trance del que creo ser consciente pero que no puedo frenar, o no quiero, no lo sé.
No lo comento mucho por ahí, por si atar me quieren, y menos aún dejo que los lean, no fastidies. Me dicen que son las musas unos, los duendes y ninfas del lugar otros, e incluso algún hongo de por ahí y sus ligeras esporas pudiera ser. Ni idea, francamente, yo sólo sé que de vuelta llevo el cuaderno rebosante de letras, de vida.
¿Mirarme en los charcos pequeños es locura?
No, locura es mirar intentando buscarte,
es mirar a mi alrededor y no hallarte.
Locura es vivir sin amor, no tocarte.
Mi loco amor que da vueltas y no para,
ni un segundo para su locura.
Quisiera detenerlo para poder contemplarlo,
no puedo, o no quiero, es una locura.
Vivir por vivir es morir sin tu dulzura,
amarte es mi pasión, mi locura…
Esto van a ser las dichosas esporas esas, fijo que son alucinógenas.
Verdadera magia la de esos hongos ? jajajaja
La frase final es divertida y el poema alucinante.
Me gusta.
Un abrazo y feliz año nuevo
🙂
Pues ojalá no sean las esporas y pueda dedicar esas bonitas palabras, que ni él mismo parece creerse.
🙂
¡FELIZ AÑO 2018!
Es de temer que muchos de los que andamos por aquí, en mayor o menor medida, estamos afectados por los efluvios de esos hongos alucinógenos, una vez impregnados ya no existe salvación, seguimos leyendo y escribiendo sin que nada ni nadie pueda remediarlo, aunque seguro que hay cosas peores.
Un saludo, Cristóbal. Suerte y feliz año.
Seguro, seguro que son las esporas. Cuando veas un hongo sospechoso, hazle la prueba del algodón: déjalo toda la noche sobre un folio en blanco y verás que obra de arte encuentras por la mañana. Y no te sorprendas del color de la esporada, incluso puede ser blanca e igual no la ves… 😉