87. HOSTIAS (Mødes)
Nieva.
Nieva sin pausa sobre las deshilachadas vértebras del pueblo, y el paisaje que contemplan mis ojos al salir a la calle, se asemeja a una postal navideña.
Camino con dificultad sobre esta tundra castellana y el sonido de la nieve virgen, bajo mis pies, me recuerda al turrón almendrado.
Y minutos, o quizá siglos más tarde, llego a casa del feligrés moribundo.
Su bella mujer, preñada de lágrimas, abre la puerta y me lleva hasta el dormitorio conyugal, donde agoniza el enfermo.
Entonces me acerco a la cama, cojo su mano, le doy la extremaunción y, minutos después, exhala su último aliento.
Y ya van tres.
Todos los que ayer comulgaron.
El cumplimiento piadoso de un sacramento por parte de este sacerdote, acaba por descubrir que el pueblo se está llenando de viudas. Todos los fallecidos tienen un nexo común que gira en torno suyo y que nadie podía esperar hasta la frase final. Descuido temerario u homicidio premeditado, eso ya falta por ver.
Genial, Modes.
Un abrazo grande y feliz 2021
Un relato que empieza y acaba con la misma palabra. Porque cómo evitar un ¡hostias! cuando lees la última frase. Con la genialidad habitual del gran Modes.
Abrazo y Feliz año.
Genial relato, como de costumbre. Suerte,Modes. Feliz 2021.