64. Hoyo en uno (Javier Puchades)
Cuando llegué a MANUEL GUTIÉRREZ E HIJOS & ASOCIADOS, me dijeron que estaría a prueba con carácter temporal. Pero si, tal como ponía mi currículum, cumplía las expectativas, pronto dejaría de ser un bisoño pasante para convertirme en socio.
Con el propósito de codearme con la élite del despacho acepté su invitación para jugar al golf. No tenía ni idea. Era un neófito en eso de golpear a la pelotita, pero pensé que no debía de ser muy difícil. Acudí a la mejor tienda de deportes y me agencié todo lo necesario. Así, bien pertrechado, me presenté esa mañana en aquella inmensa e impoluta pradera.
Ha pasado tiempo desde aquel nefasto día. Lo maldigo. Todos mis sueños salieron volando junto con mi hierro nueve cuando intenté darle a mi primera bola para alcanzar el green, con tan mala fortuna, que se estrelló en la cabeza de D. Manuel. Ahora, el bufete se llama HIJOS DE GUTIÉRREZ & ASOCIADOS, yo estoy acusado de homicidio y encima, no soporto esta humedad y el verdín que tapiza las paredes de mi celda.
Hay golpes de suerte y de los otros. Por mucho que digan que el verde trae consigo la fortuna, no en vano es el color dinero, hay quien no puede pasar del gris, al tener que cargar con eso que llaman ser cenizo, negativo para él y para los demás, si no, que le pregunten al pobre D. Manuel. Tu protagonista logró el propósito que buscan la mayoría: tener un techo en el que vivir y la subsistencia resuelta, pero no como el brillante abogado que él había imaginado.
Un relato de fino humor negro y muy, muy verde, aunque también elegante, a pesar de que un golpe con el hierro nueve tiene que ser de lo más contundente.
Un abrazo, Javier. Suerte
Ángel, muchísimas gracias por tu comentario, como siempre certero y acertado. Me gusta eso que dices que al fin el protagonista ha logrado encontrar lo que buscaba, como diríamos uno no se consuela porque no quiere.
Un abrazo enorme.
Jajaja. ¡Qué mala suerte! A veces, hay que decir la verdad, reconocer que algo no sabemos hacer o no solemos practicar. Aunque, en esta sociedad en la que nos movemos, parece que el «no» no se lleva o no está bien visto.
Javier, muy bueno ese cambio de nombre que sufre el bufete (buena táctica para no hablar de muerte).
Un abrazooo grande.
Ah, y el título muy muy acertado, con ese doble sentido!!!
Muchas gracias, Amparo por tu doble comentario.
Exactamente lo que dices es lo que buscaba con el título, me alegra que lo hayas visto. Y también que hayas visto la muerte de D. Manuel sin nombrarla. Mucha gracias.
Besos.
Hilarante, fresco, original, inteligente. Me ha gustado mucho. Tienes mi bendición.
Muchas gracias por tu comentario, Ángela.
Besos.
Un relato inteligente, divertido y original. Lleno de matices, de numerosas palabras con distintas tonalidades de verde. La historia mantiene el interés de principio a fin. Un título muy bien pensado que juega con su doble significado. Un buen uso de la elipsis incrementa el valor de tu relato.
El protagonista, a pesar de su buena intención, acaba envuelto en un suceso truculento y no puede escapar de su triste destino.
¡Enhorabuena, Javier! Te deseo muchísima suerte. Tu micro es buenísimo y muy diferente a todos los demás.
Besos muy muy apretados.
Muchísimas gracias por tu comentario, Pilar. Has diseccionado perfectamente todo lo que quería decir y mostrar con mi relato. El papel del título es ese, su doble sentido. Y el correcto uso de la elipsis en este y otros relatos te lo debo a ti, gracias.
Muchísimos besos.
Qué bueno, Javier. Me ha encantado.
Muchas gracias por tu comentario, Lucas.
Un abrazo.
jajajaaj ¡Quién mandaría a este pobre hombre meterse donde no sabe…!
Me encanta el título. 🙂
Mucha suerte.
Saludos.
Nuria, muchísimas gracias por tu comentario.
Un saludo.
No sé si reír o llorar, pobrecito…Lo que sí sé es que me gusta mucho ese toque de humor ¿verde oscuro? que impregna tu relato.
Mucha suerte, un abrazo.
Muchísimas gracias por tu comentario, Paloma.
Es mejor que te rías.
Aprovecho la ocasión para felicitarte por ser finalista anual del REC ????
Un abrazo.
Qué mala suerte la de D. Manuel y la del pobre pasante, aspirante a socio. El destino juega malas pasadas.
Tu relato, Javier, es divertido y fresco. Haces gala de un fino humor negro y juegas muy bien con el doble significado del título.
Suerte y besos.
Muchas gracias por tu comentario, Carmen.
Me gusta que hayas visto lo del título, casi puedo decir que a partir del título nació el relato.
Besos.