25. Ideas circulando por calles cortadas
La soledad es una mierda le repetía alguna parte de su mente, un virus que te va matando desde dentro, que se toma su tiempo para hacerte sufrir. No es cierto, no lo creas le pareció leer en un cartel al otro lado de la calle. En el semáforo el señor de verde comenzó a reírse de él. Qué importancia podía tener ahora, sabía que lo peor no era estar solo sino rodeado de gente que te ignora. De qué servía tener las manos llenas si cuando cerrabas los puños no quedaba nada. Sacó las monedas del bote y las guardó, mañana al menos tendría para comer. ¿Mañana? Parecía tan lejos. ¿Cómo pudo vivir mirando a ese horizonte? Tan difuso, tan inalcanzable.
Una ráfaga de aire le contestó llevándose uno de sus cartones. Agarró la manta con fuerza y dejó que sus pensamientos se difuminaran con el sueño.
Qué título más sugerente. Me encantan las imágenes que se presentan en el relato, como si todo lo que le rodea se confabulara contra él. Y está muy bien ese juego del tiempo: el horizonte lejano del mañana y el sueño como eternidad.
Suerte.
Siempre nos quejamos de nuestras circunstancias. Es bien cierto que no hay existencias completas ni perfectas, pero también lo es que siempre hay quien está nucho peor, con un presente terrible y un porvenir nada halagüeño, solo dejar pasar el tiempo nientras se malvive.
Un saludo y suerte, Emilio
Una vida sin esperanza, sin deseos ni ilusiones. Solo dejarse arrastrar, sobrevivir a cada día.
Negro es su horizonte y su futuro más aún. Bien contando, transmite todo eso y mucho más. Te has colocado en la mente de alguien que por no tener, no tiene nada.
Ah! El título, muy sugerente.
Emilio, me gusta mucho tu micro, que empieza filosófico y acaba con una bofetada de realidad. Fantástico.
Un abrazo y suerte.
Título sugerente y una historia contada con las palabras justas y un buenísimo ritmo. Bravo y mucha suerte