61. Inspiración
Era un buen lugar para guarecerse. Lo pensó mientras corría cubriéndose la cabeza con el bolso Louis Vuitton que le había regalado un antiguo novio. El chaparrón la pilló en medio de una calle desconocida y desierta de aquel barrio de adosados a medio construir. Quizá por eso la atrajo el caserón, un animal herido entre depredadores.
En el soportal se sacudió las gotas sin parar de quejarse del trabajo de comercial que la había llevado a un páramo sin clientes. Con lo bien que estaría escribiendo, en lugar de vivir en una cinta sin fin de tarifas que ni ella misma acababa de entender.
No se calló hasta que el edificio, con la puerta forzada, la invitó a curiosear. Las telas de araña que precintaban la entrada vencieron su temor a inesperados inquilinos. Dentro, el caos de un desvalijamiento y, entre tanto abandono, cientos de papeles desperdigados. Cartas, documentos notariales y legajos sobre foros y arriendos comenzaron a entretejer una historia ideal para su primera novela.
Ya pensaba en un arranque impactante, en el que un documento medieval aparecido dentro de un bolso prohibitivo sería la clave del asesinato de una humilde muchacha, cuando un chirrido la estremeció.
Y…ahí queda eso.
A esto se le llama final abierto.
Reconozco que el relato me ha absorbido totalmente.
Y, a partir de ahí que cada cual piense lo que quiera…
Sí, claramente es un final abierto. El lector puede pensar cómo continúa la historia.
Muchas gracias por leer y comentar mi propuesta, Modes. Un abrazo
Un relato que invita a continuar escribiendo o imaginando.
¡Suerte!
Montse, la protagonista imagina una novela y quién sabe si será premonitoria de su propia historia.
Muchas gracias. Un abrazo
Luisa, buen arranque de historia y fenomenal final por descubrir. Suerte y saludos
Gracias, Calamanda, por tu amable comentario. Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo
Bien tirado y muy redondo. Tanto que parece el principio de una historia más larga. Invita a seguir leyendo. Mucha suerte
De hecho, podría ser el comienzo de la novela que la protagonista se propone escribir. Muchas gracias, Juan Antonio. Un abrazo
Madre mía, un final que a mi me ha escalofriado todo el cuerpo. Espero que ella pudiera escribir su historia sin que nadie interrumpiera la suya.
Besos
Si yo me hubiese atrevido a entrar, seguro que el más mínimo ruido me hubiese causado un escalofrío… o muchos. Y quién sabe, quieza el arranque de su novela se convierta en realidad.
Muchas gracias, Isabel, por comentar mi relato. Un abrazo
Estoy de acuerdo con Ana. La historia empieza en la última línea. Se abren muchas posibilidades. Este podía ser un precioso cuento encadenado para elaborar entre mucha gente en una noche de tormenta cuando se va la luz y sólo quedan las palabras en el aire. Suerte, un abrazo.
Pues sí que me parece una interesante y divertida propuesta, Lourdes, lo del cuento encadenado. Muchas gracias. Un abrazo.
No des ideas, Lourdes, que aquí, por un bote de mermelada…
Efectivamente, Ana, la historia podría empezar con la última frase. Gracias y un abrazo.
Luisa, a esto se llama documentarse emocionalmente, jajaja. Espero que el ruido sea del guardia jurado. Me ha gustado. Abrazos.
Salvador, seguro que si, finalmente escribió la novela, supo describir con gran realismo la escena del crimen y todo lo que se le pasó por la cabeza a la protagonista. Gracias. Un abrazo
Excelente relato. Esa última línea despierta mi inspiración .
Suerte.
Sí, María José, esa última frase podría inspirar unas cuentas historias. Muchas gracias por leer y comentar mi relato.
Un relato intrigante, con una acción muy conseguida y un buen final abierto, que son mi debilidad. Muy bueno Luisa.
Los finales abiertos siempre son inspiradores. Me alegro mucho de que te haya gustado, Concha. Un abrazo, y gracias por leer y comentar el relato.
Ay, qué miedo!!
Por curiosa y cotilla… Ya le tenía que haber extrañado que los depredadores no hubiesen acabado con el herido…
Abrazo.
Aurora, la historia me la «inspiró», precisamente, una casona acorralada por unos adosados abandonados a medio construir. Me llamó tanto la atención que le hice una foto y está colgada en mi blog, acompañando al relato, por si tienes «curiosidad»).
Muchas gracias por leer y comentar mi micro. Un abrazo