2. Invisibles (Jesús Garabato)
Tanto tiempo aguardando y, esta misma tarde, Hope me dijo que, mientras se tomaba un café en el Sweet tear, pudo ver como alguien colgaba un cartel, solicitando candidatos experimentados para una nueva empresa de gestión de cobros. Demasiados años pasaron desde mi último trabajo remunerado y, a mi edad, ya no me veía con fuerzas para intentarlo de nuevo. Fueron muchos los desengaños. Aun así, me obligué a acudir a la cita anunciada. Hope, también, había comentado lo extraño del horario, ya que los interesados deberíamos presentarnos en la cafetería a las tres y media de la madrugada y aguardar unos minutos la llegada de un representante de la empresa. Pensando en que podría ser lo adecuado, me vestí una vez más con el uniforme de The Sad clown, lo único que consiguió darme alguna alegría en estos últimos años, regalando sonrisas a los niños ingresados en el hospital, y me vine caminando.
Sentado ante la barra, cojo el abandonado pocillo que encuentro sobre el mostrador, extrañamente frío y aún manchado de carmín, y me pregunto por qué no habrá nadie en la cafetería. Solo me resta, entonces, aguardar esos minutos.
Me gusta mucho ese final enigmático del micro, su aire melancólico, las puertas que deja abiertas para que cada uno imagine su propia historia. Suerte Jesús!!!
Abrzsss!!
Muchas gracias, Juancho. He querido jugar con diferentes interpretaciones (si hicieran falta, claro), tanto con el título como con lo que intento contar. Un abrazo.
Hola, Jesús.
Muy buenas las palabras en inglés. Ese hope, que creo recordar, si no me corriges, que significa esperanza. Sad: triste. Me da la impresión de que la cobradora de vidas ha girado una visita a la cafetería. O bien una mujer despampanante. Y allí no queda ni dios. O es que ya no hay deudas en el mundo. O no han acudido candidatos y la jefa se ha dado el piro. Sí que es un texto abierto, sí. Y muy ágil por bien escrito y construido. Mi más muy enhorabuena y un abrazo grandísimo.
Muchas gracias, Eduardo. No te creas que tengo demasiada de inglés, pero en este caso, creo que pegaba. He pretendido que hubiera, tanto en el título como en el contenido una «cierta indefinición» temática. Los invisibles podrían ser las personas como el protagonista, viejos, parados, desanimados…, o los que podrían encontrarse de madrugada en ese ¿irreal? bar permanentemente abierto. En lo de bien escrito y construido, no sé… La prisa suele ser mala consejera, dicen por ahí, y creo que algunos de los que estabamos ansiosos (en el buen sentido, claro) por publicar hemos cometido algunos errores, livianos, de todo tipo en nuestros textos tempraneros. Yo ya no suelo animarme a escribir, excepto en un par de foros, porque estoy siempre corrigiendo y nunca estoy conforme con el resultado ¿final? Este aqui te pillo aquí te mato, realmente me mata. Gracias otra vez. Un abrazo.
Entre las posibles interpretaciones a tu micro, a mí me ha parecido ver a un hombre a quien le gusta entregarse a los demás de forma altruista, las visitas desinteresadas a los niños del hospital son la prueba. Como hay que comer y pagar facturas y de eso no se vive no le queda más remedio que intentar buscar trabajo. En otra vuelta de tuerca más, la realidad demuestra que no siempre se puede elegir y le surge la posibilidad de algo que nada tiene que ver con su naturaleza generosa: perseguir morosos. Presentarse a una entrevista laboral vestido de payaso no es una buena carta de presentación, en el fondo, no quiere que ese posible empleador le contrate, la cafetería está llena de gente y él puede ser uno de ellos, pero no hay peor ciego que el que no quiere ve.
Trabajar no forma parte de su naturaleza, menos aún si implica acosar a otras personas.
Me gusta mucho la palabra «pocillo», hacía tiempo que no la leía o escuchaba.
Un relato con un curioso personaje como protagonista, un individuo fiel a sí mismo, aunque ello le suponga pasar necesidad.
Un abrazo grande y suerte, Jesús
Como dicen algunos, la última palabra (o la interpretación, en este caso) corresponde al lector. Puedo contarte mi idea inicial; si la supe trasladar al papel o no, no creo que sea un problema (no es una excusa, realmente pienso así, libertad total). En un ambiente imaginario, un viejo ya desahuciado de la vida y antiguo cobrador de morosos (ahí entra el traje de payaso con el que trabajaba pero también regalaba alegría a los niños) es conducido por «La esperanza» (sea eso lo que sea) a una reunión a las 3,33 de la mañana (hora de los muertos, según algunos) para aguardar la visita de un representante de una empresa de cobros. ¿La muerte lo reclama? ¿Pretende la parca contratarlo como «ángel cobrador»? Ahí lo dejo. Muchas gracias por tu lectura y también por dejarme tu interesante punto de vista. Con «pocillo» tuve algunas dudas, pues no estaba seguro de si se usaba en toda España, pero me sonaba bien. Gracias otra vez, Ángel. Un abrazo.
Un poco inquietante me ha parecido tu micro, felicidades y suerte.
Besicos muchos.
Muchas gracias por leer y comentar, Nani. Y sí, esa era mi intención, que aparte de sugerir diversas posibilidades, lo fuese. Abrazos.
Feliz año, Don Jesus.
Has sabido dibujar un paisaje literario que a mí me produce sensaciones encontradas. Por un lado una vida triste y desesperanzada y por otro una personalidad solidaria. Tiene mucho mérito ese personaje al que la vida parece darle limones con los que él devuelve limonada.
Me parece un recurso buenísimo esos nombres puestos en inglés con una intención clara y, qué decir de esa hora propiciatoria. El final muy abierto, yo lo imagino agridulce como la vida del protagonista: La empleadora es la parca, pero el destino es el cielo.
Coloridos abrazos, para este año en «blanco y negro».
Muchas gracias, Ángel, por tus amables palabras. Me gusta lo que imaginas como «final» del texto. Feliz año también para ti.
El protagonista parece bueno, melancólico, pero por alguna razón con esa pizca de esperanza. El final es totalmente enigmático. Es un “interprétalo a tu gusto”
Un abrazo, Jesús
Muy agradecido por tu lectura y, también, por tu amable comentario, Inés. Abrazos.
Enigmático. Como en la foto, está todo ahí pero al mismo tiempo es como tener los ingredientes sin conocer la receta. En pocas palabras: consigues contagiar al lector la incertidumbre del personaje. Me ha gustado mucho eso, pero es que también tiene un no sé qué en común con ‘El demonio vestido de azul’ y eso ya me ‘tremola’ que no veas!!!
Un abrazo, me ha gustado mucho.
Muchas gracias por tus comentarios amables, José Ignacio. Me alegra que te haya gustado. Abrazos.
Jesús, relato interesante aunque algo inquietante con ese desenlace. Cómo bien dices, abierto a varias interpretaciones. Me ha gustado su forma y su fondo.
Un abrazo
Muchas gracias, Blanca, por leer y comentar. Me alegro de que te haya gustado. Besos.
Jesús, un personaje como generalmente lo somos todos, contradictorio; con sus luces y sombras que has sabido plasmar. Suerte y feliz año
Hola, Calamanda. Agradezco mucho tu lectura y el qe me hayas dejado tu coementario. Besos.
No me aventuro a una interpretación. Sí a decir que me ha gustado la sensación inquietante que me ha dejado al final. Yo le aconsejaría al prota que se vaya a escape. 🙂
Muchas gracias, Edita, por dejarme tus comentarios. Y por leer, claro. Besos.
La vida pasa inexorable y nos va difuminando hasta que nadie se molesta en vernos. La hora de la cita y el título me lleva a pensar que el protagonista no es consciente de su muerte, y es citado para cruzar a su nueva realidad. Después de leer tus comentarios, veo que tu intención era otra, pero ahí radica la grandeza de este relato, envolvernos en un viento que nos hace virar en distintas interpretaciones. Abrazos y suerte, Jesús.
Hola, Salvador. Te agradezco mucho tu lectura y el que me hayas dejado tus amables palabras. Abrazos.
Jesús, esa entrevista de trabajo en ese lugar y a esa hora no pinta nada bien. Yo no me fiaría demasiado.
Buen relato lleno de misterio y con un final muy inquietante.
Besos.
Muchas gracias, Pilar, por tu lectura y amable comenatario. Besos.
Hola, Jesús, querido galleguiño. Me gustan tus textos porque parece que te puedes meter en ellos como un personaje más. Son pura naturalidad, directos. Mi interpretación es que a nadie le gusta hacer de “cobrador del frac” y por ello la cafetería está desierta. No hay candidatos para cubrir el puesto. Sin más. Ojo, que también se me ocurren otras, pero dan mucho miedito y estamos en horario infantil.
Muy en tu línea. Me ha encantado.
Besitos.
Muy optimista eres tú. Habitualmente, yo no lo soy tanto, jaja. Te agradezco mucho tu lectura y comentarios positivos, Juan. Saludos mil.
Buena interpretación la tuya. Yo, en el asunto literario, casi siempre suelo irme por otros derroteros mas «escabrosos» (en el buen sentido, claro). Muchas gracias por leer y comentar tan positivamente, María José. Besos.
Creo que más que enigmático, misterioso, pues queda en el aire el meollo del relato, dado (entiendo) a la interpretación del lector. Distinto. Un abrazo, Jesús.
Muchas gracias, Manuel. Me alegran tu lectura y comentarios. Abrazos.
Intrigante relato Jesús. Se agolpan en la mente, al leerlo, multitud de opciones. Sólo tengo algunas certezas, el protagonista ya maduro y parado, la desilusión instalada entre sus emociones pero sin perder la esperanza, esa, que le lleva a un bar de madrugada y vivir una misteriosa experiencia. De verdad me quedo expectante, no puedo evitar comenzar a imaginar todo lo que sucede a partir de ahora ¿No añadirás una segunda parte? Aunque solo sea para calmar mi ansiedad.
Un abrazo.
Pues eso, a imaginar toca. Muchas gracias, Maribel. Agradezco mucho tus comentarios. Abrazos.
Jesús… menudo relato intrigante con el que empiezas el año!!!
Me ha encantado la ambientación, con los nombres en inglés, ese aroma típico de las películas norteamericanas… muy bien recreado!!
Enhorabuena por tu relato tan de «cine negro» y te deseo mucha suerte!
Abrazos
Marta
Caray, Marta. Muchas gracias por tus amabilísimas palabras. Besos.
Hola, Jesús, eres de los madrugadores, ni más ni menos que el segundo… Con tu relato me pasa una cosa. Consigues que le coja cariño al protagonista porque intuyo/deduzco que es buena gente, pero ¿qué habrá hecho para que le citen a esas horas y gracias al título que nos lo adelanta, encima no acudirá nadie? Aún así, se masca que nada divertido le espera. Ese pocillo manchado de carmín me despista, a no ser… claro, Hope es una mujer, no sé porqué imaginaba que se trataba de un hombre…
Una cosa es cierta, me has hecho plantearme muchas cosas y eso es muy bueno.
Un abrazo.
Quedo muy agradecido por las palabras que le dedicas a mi texto, Rosy. Besos.
Hola, Jesús.
Menudo micro te has sacado de la chistera de mago que debes tener. Me encanta la ambientación y el clima de relato negro que consigues imprimirle a tus letras.
Te deseo suerte porque la historia lo merece.
Unos besos gigantes.
Muchas gracias por leer y comentar, Towanda. Tú si que pareces tener una chistera sin fondo: todo lo que sale ahí es bueno. Besos.
Esto daría para una peli. Me intriga la hora de la cita y siempre me llama la atención cuando en un relato se juega con la palabra ‘esperanza’. Que es lo último que se pierde. Pero a tu prota parece que le queda poquita, entre lágrimas (aunque sean dulces) y tristeza de payaso abandonado.
Mucha suerte Jesús
Un beso
Muchas gracias, Esperanza. Me alegra leer tus amables palabras. Besos.