11. INVOLUCIÓN (Puri Rodríguez
El viejo mundo, ese que no hace tanto tiempo existía y por el que muchos transitamos, con sus luces y sus sombras, hoy va desapareciendo ante nuestros ojos.
Aquella intermitente calma que, en muchas ocasiones, nos permitía conversar y debatir entre opiniones e ideologías diversas, sin descalificar u ofender al otro, está ya en franca retirada.
Se fue el espíritu crítico dejando el camino libre a las opiniones inmutables, impermeables a pruebas y datos, jaleadas por las cloacas de ciertas redes sociales dirigidas por buitres megamillonarios alérgicos a la inteligencia y a las democracias.
Y, tras el deleznable experimento de la clonación, su última creación: La Inteligencia Artificial.
Ese invento que pretende sustituir a los imperfectos humanos por robots programados por conspiradores ultraimbéciles, apátridas fiscales y peligrosamente mediocres, incapaces de entenderla y controlarla, que emerge y asoma hoy para imponernos su “realidad virtual” con la inhumanidad por bandera.
Siempre pasaron deprisa los milenios pero, últimamente, corren que se las pelan, comandados por legiones de imbéciles alados fascinados por el caos de este nuevo mundo.
Menos mal que yo ya no estaré aquí para verlo.
Deslumbrados a veces por la tecnología, consideramos avances lo que no lo son, en detrimento de actividades tan humanas como la relación cara a cara, o una conversación pausada y enriquecedora.
Una reflexión realista de la actualidad, de la supuesta evolución, de la pérdida de valores auténticos. Pese a todo, no queda otra que lidiar con los tiempos que tocan.
Un abrazo, Puri. Suerte
Ay, Puri, me has dejado mal cuerpo, porque yo espero durar lo suficiente como para verlo, aunque preferiría que las cosas fueran de otro modo, claro.
Lo mejor, la prueba del valor del insulto: hasta para insultar, hay que hacerlo bien. Destaco lo de «alérgicos a la inteligencia y a las democracias.» y «conspiradores ultraimbéciles, apátridas fiscales». Sublime.
Un abrazo y suerte.
Gracias, querido Ángel, por tu reflexión, tan certera como de costumbre. En la vejez deberíamos poder vivir en un mundo tranquilo y maduro, disfrutando del aprendizaje que nos dieron los siglos, pero como raramente aprendemos algo, así seguimos, en el caos, la violencia y la ignorancia de lo que verdaderamente nos conviene. Un abrazo, amigo.
Querida Rosalía: Siento que mi negra reflexión sobre este «nuevo mundo» que hoy nos toca vivir te haya entristecido. De verdad que lo siento. Pero, ánimo, y no me hagas mucho caso. Los mayores somos algo pesados cuando nos da por hacer balance de lo visto y lo vivido. Gracias por leerme, guapa, y un abrazo grandote.