81. JINETES EN LA TORMENTA
Llegaban con la tormenta, como todos los años. Sin mediar palabra, subían a sus habitaciones, siempre las mismas. No molestaban al resto de clientes, no bajaban a cenar. Cuando la niebla se condensaba, oía relinchar a sus caballos, aunque jamás los vi. Patti decía que no existen. La noche que abandonaban el hotel, nadie los veía irse, del mismo modo que aseguraban no haberlos visto llegar. Sus habitaciones amanecían vacías y limpias y desde ese momento no volvía a escuchar relincho de caballos.
Un año, Patti se fue con ellos. Eso creo, porque ya no regresaron nunca más al Morrison Hotel. Desde entonces, cuando hay tormenta, oigo cabalgar a unos jinetes en silencio dentro mi cabeza, calados hasta los huesos, sin que la lluvia consiga borrar la sangre que mancha sus ropas. Nunca descansan.
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Coincido con Ana, los cuatro jinetes fue lo primero que vino a mi cabeza.
Interesante relato.
Un abrazo y suerte.
¡Yo también pensé en los Jinetes del Apocalipsis, FRAN! Estos tuyos son versión Far West, claro está. Pobre Patti, para ella ha sido ver para creer… esa sangre en las ropas que no borra la lluvia ¡Brrrrr!
En resumidas cuentas, puedo decir que me ha gustado, y mucho.
Cariños,
Mariángeles
Yo también pensé en ellos, pero también vi una película…
Me ha encantado tu homenaje a esos jinetes y a su autor. Aunque él se fue, su voz y sus palabras siguen cabalgando con nosotros. Long life, Jim. Gracias por los recuerdos. Besos y suerte.
Me ha gustado tu historia, cómo narras la tormenta, lis jinetes, Patti, etc. Muy bonito.
Un abrazo
Fran, queda bien esa atmosfera extraña que cuentas y el final, tan abierto a nuestras interpretaciones. Suerte y saludos
Me ha gustado cómo vas convirtiendo una historia que parece realista en algo mágico, como un sueño, inaprensible, algo que solo sucede en la cabeza de alguien. La canción homenajeada también es maravillosa.
Suerte y saludos.
Me parece muy bien contado. Me gusta la atmósfera y esa inquietud que va creciendo a medida que avanzas en el relato. Le veo muchos detalles de calidad al redactado. Mucha suerte 🙂
Voy a escribir aquí porque gracias al gran Juan (qué orgullo tener un amigo tan sabio) he podido exprimir más el relato y sacarle todo el jugo, pues los tuyos suelen llevar mucho dentro y yo, a veces, me quedo solo con la pulpa.
Fran, a mi me ha pasado como a Lorenzo, que hasta que no he leído el sabio comentario de J u a n no he captado las referencias de tu relato. Ahora mismo estoy escuchando esa magnífica canción, así que doblemente gracias.
Suerte y abrazos
Bonita historia y precioso homenaje, Fran. Un abrazo
Fran, un microrrelato de leyenda o una leyenda de microrrelato, no sabría precisar, que te deja con ese regusto de los buenos vinos.
Buen trabajo y mucha suerte, amigo.
Abrazos.
¡Yeha! Fran y Jim Morrison. «Fiel a su propio espíritu».
Abrazos.
Oh my God! Riders on the storm… Una de mis canciones preferidas. Suerte y gracias!