56. JJOO del hambre: 100 metros lisos (Luisa Hurtado González)
Aprovechando un descuido de los agentes, el caco, un gitanillo fibroso muy profesional y competitivo, inició la carrera hacia la puerta de la comisaría que estaba a unos cien metros.
Si bien no tuvo un buen arranque, ya que no disponía del mejor calzado y tuvo que esquivar un par de sillas antes de poder encarar el pasillo ancho y recto, pronto pareció encontrar el mejor ritmo para conseguir su propósito. Sabía la carrera que tenía que ejecutar, la tenía desde hacía tiempo en mente, y se limitó a hacerla realidad con zancadas amplias y seguras, controlando tanto la respiración como todos y cada uno de sus movimientos.
Un par de segundos más tarde, sus oponentes se dieron cuenta de que la carrera se había iniciado pero, como no había nadie para declarar nula la salida, se vieron obligados a seguirle.
Los policías, con un nivel de forma sustancialmente peor, declararon después que había sido una carrera en la que no se habían sentido cómodos y que el caco había alcanzado la calle en poco más o menos diez segundos.
De una anécdota minimalista consigues sacar un relato curioso y muy bien hilvanado, Luisa. Enhorabuena y saludos.
Luisa, un relato que es pura ironía. Un compendio de información diseñado para sorprender, analizar, criticar, entretene. Un planteamiento ingenioso para camuflar la verdadera historia narrada.
Buen relato!!!
Un abrazoooo
Fina y elegante ironía. Me ha apasionado esta carrera tan bien retransmitida, como si fueras una gran comentarista deportiva . Besos y suerte, Luisa.
Gracias a todos.
Jesús, me gusta tu «curioso». Amparo, esa ironía que, como dices, lo impregna todo. Ana, me alegra que te resulte simpático y de que sonrías; aunque no sé si el título condensa o no. Belén, se acercan las olimpiadas y me gustan, ojalá hubiese en mis palabras algo de esa forma en que los comentaristas deportivos cuentan.
Gracias a todos, y un buen aire acondicionado!!!
Luisa, elegante forma de contar esta carrera tan mal vista. Suerte y saludos
Hay que retransmitir todas las carreras, hasta las malas, porque todas (hasta las buenas) son malas para alguien.
Gracias, Calamanda
Un paralelismo muy conseguido desde la ironía y el humor.
Te dedico la sonrisa veraniega que me has arrancado.
Suerte, Luisa.
Un record sin duda. Este caco estaba entrenado para ganar la carrera hacia su libertad. Divertido y bien llevada la historia, con un título que me encanta.
Un beso Luisa, suerte bonita.
Bien traído el título y bien llevada la narración.
Un saludo, Luisa, y suerte.
Gracias, chicas!!!
Un beso para todas y cada una.
Jeje, hay olimpiadas por todas parte. La escena es muy visible. Suerte.
Javier, sé que has comentado porque también quieres un beso. No hay problema. Uno bien gordo, otro para tu chica y… buen verano!!! Gracias
Hola, Luisa
Un texto el tuyo muy visual y cargado de un humor vitriólico. Y con su punto social tras un título antológico. Hay otras olimpiadas, las de la vida y variedad de carreras dentro de ella. Tienes toda la razón, para que unos las ganen, otros las tienen que perder. Enhorabuena y feliz último tercio veraniego.
Besos.
Bien hallado este paralelismo Luisa y bien narrado, cual comentarista deportivo como ya han dicho.
La fuga de un caco no sería para alabar, pero con el título que le has dado nos imaginamos a un muchacho que ha robado para comer.
En estos Juegos Olímpicos por desgracia se dan muchas pruebas de atletismo, la mayoría de fondo (inmensas maratones) y de natación (por el Mediterráneo). Ojalá se pueda reducir el número de participantes en ellas.
Un beso.
Carme.
Has conseguido con los mínimos elementos de una escena teatral encajar una historia completa y bien narrada.