JUL07. MAMÁ, de Nuria Casado Marco
Cuando me dijo que venía su madre a lo que yo suponía con ingenuidad un idílico fin de semana, se me cayó el alma a los pies. Mejor dicho, el alma no, un vaso que llevaba en la mano en ese momento y que me dejó el dedo como una breva.
Siempre fui hombre de poco carácter, sobre todo cuando mi mujer para no dejar que asomara un inicio de rebeldía en mí, me ponía esos ojitos lánguidos, con ese aleteo de pestañas, frunciendo los labios en un mohín que me desarmaban por completo. La muy astuta se las sabía todas.
Ya me imaginaba a la ancianita dando instrucciones a diestro y siniestro, cuando no afeándome la conducta por cualquier motivo insustancial, mientras paseábamos por el campo sin visos de escapatoria.
Así que, cuando llegamos trabajosamente al final de aquella montaña, agotados más por la verborrea de la susodicha, que por el esfuerzo realizado; contemplando hipnotizado el maravilloso rompiente que se nos ofrecía a nuestros pies, pensé, que preferiría no hacerlo, pero fue un arrebato, y ella ni siquiera se resistió.
Nuria, a grandes males grandes remedios, debio pensar. Suerte y saludos
Pobre hombre, con el dedo como una breva y encima con la vieja, yo hubiera abreviado a las dos del tirón. Ja,ja,ja.
Un beso Nuria
Je, je, Nuria, qué cruelmente simpático tu micro de este mes. La verdad es que no sé si estar con el narrador y su solución, pero es que la «verborrea» puede agotar a cualquiera, según de quién venga y de las circunstancias.
Muy ocurrente. Suerte.
Caramba, pudiendo disolver relajantes musculares en la sopa, a veces recurrimos a la casquería.
Un saludo
Juan M
Nuria, humor negro al puro estilo de tu hermana Paloma. Pobre mujer, si sólo era un poco manducona y parlanchina, jajaja.
Un abrazo y suerte
Pero Nuria ¿cómo te llevas a «mamá» a la montaña? Luego pasa lo que pasa. ja, ja,
Muchas gracias por los comentarios,me rio mucho con ellos y me hace mucha ilusión. Nuria
Nuria, es un divertido relato, pero me temo que has pasado de la imaginación a la realidad, en el escrito, sin mediar el punto en el que hay esa transición.
Abrazo.
Me ha gustado ese dedo como una breva, ja,ja es una palabra que siempre me ha hecho gracia. La verdad es que este hombre de poco carácter, mata como si cualquier cosa.. Un abrazo.
Muy divertido y ocurrente, es que hay suegras…
hay personas…generalmente del género femenino, que salen a caminar, a hacer deporte, y lo que más ejercitan es la lengua, siempre me ha sorprendido la enorme capacidad pulmonar que demuestran! y la insistencia, la incontinencia verbal…bufff..además, si tienes la desgracia de encontrártelas en un día con viento «desfavorable», sus voces te pueden perseguir durante un buen trecho!!! comprendo al autor del magnífico relato, y lo comparto..jeje…felicidades!
Bueno, que soy Azucena San Pedro, disculpad el conato de anonimato, es que estaba abierto mi blog y he entrado desde su dirección de mail. Abrazos para todos!
No puedo estar más de acuerdo contigo, Azucena cosmética. Yo también flipo con ese resuello que tienen sobre todo algunas en pleno monte, y tampoco lo soporto. Venga bla y bla y bla, menudo coñazo.
Cierto chicas, lo mismo da campo que playa, puede resultar exasperante, no me extraña que el señor por muy transigente que sea tenga un pronto y pierda la cabeza. Jajajaja. Muchas gracias por comentar. Nuria
Un empujoncito de nada y adiós suegra. Qué perversos somos con nuestros personajes, ¿eh, Nuria? Lo malo es que algo así vi ayer en un documental, pero con la recién casada… Ya sabes que la realidada supera…
Un abrazo.
Bueno Ana, creo que la virtud está en el término medio, muy callada como que tampoco, además este señor ya llevaba muchos años de hartazgo con la ancianita que no es tu caso jajajajaj. Un abrazo. Nuria
Nuria qué buen final!!!, bueno no para la suegra, claro. Es que a veces las cosas se ponen «a huevo» y esa combinación precipicio/suegra ha sido letal.
Me encantó.
Asun.
Vaya con el rapaz de poco carácter. Habrá que tener cuidado cuando seamos viejas con los yernos. Sobre todo evitar montañas, rios, viaductos…
Me ha gustado mucho Nuria.
Un saludo y mucha suerte.
Elena
Sin duda, Julio será el mes de las suegras… (entre los primeros siete relatos, he leído ya dos con este tema)
Nuria, muy divertido, el arrebato final parece la solución más natural del mundo, ja,ja,ja.
Un abrazo.
Nuria, leyendo tu texto me doy cuenta lo mucho que has leído. Es impresionante tus frases tu vocabulario y la manera como te expresas. Precioso relato amiga. Un fuerte abrazo Sotirios.
Que más se puede decir, en mi triste opinión creo que un buen texto tiene que tener su ritmo, una bonita historia, un buen y meditado arreglo, una fina y sutil transmisión y algo más que nadie sabe lo que es y que es lo único que importa, vuelas, vuelas ya muy alto canija, espero que tengas suertecita.
PD: http://youtu.be/aMo1gmmSJ6w
Espero que si tienes suegra no entre por aquí.
Bien llevado
Uff, que borrico. Tu relato se lee muy bien y el final sorprende por lo bestial. Se conoce que todo el carácter se le agolpó.