JUL105. EL SÍNTOMA, de Nieves Martínez Menaya
Un arrebato interno, minúsculo e insignificante, se había apoderado de sus venas, y como un fluido oculto y palpitante, había ido a parar a sus pupilas, que comenzaban ya a dar muestras de cierto agobio y decaimiento. Habíale colmado de tal modo la impotencia que no tuvo otra opción que aquella de bajar resueltamente los ojos, claudicando así al intento de explicar, no lo que sus palabras habían dado a entender , sino lo que en realidad querían decir. Acudió para ello en ayuda del gesto, de las manos, que formando en el aire un invisible ovillo, no contribuyeron sino a confirmar aquel curioso enjambre que en su interior había comenzado a enmadejarse. Podía haberle ayudado. Sabía cómo hacerlo, pero por no delimitar sus palabras, de forma que no encontrasen lindes ni fronteras, dispuse entre sus ojos y los míos como un cordel imaginario, tan cierto y tan presente, que pensé por un momento que podía verlo. Yo me senté a su lado y esperé. Él, con una voz incierta, sólo acertó a decir: “Yo no quería, yo…….simplemente, lo hice”. Y se marchó
Tres veces lo he leído y aún sigo intentando descifrar la razón por la que le dejaste marchar si podías haberlo evitado.
Bueno, no me preocupa, volverá.
No se va la paloma, no, que ya volverá , que dejó a los pichones a medio criar.
Besos.
Te veré entre arroces.
En realidad , para lo que cuento, podía haber sido más corto. Algo así como : » Nos miramos, me lo dijo y se marchó». Algo cotidiano, algo que nos sucede todos los días. Pero, por seguir el lema, preferí no hacerlo.( ups! qué original!)
Y lo que es el lenguaje, cómo se las gasta!a veces un simple error tipográfico puede cargarse una relación, como en » nos veremos entre arroces » y otro lea : » sin derecho a roces» Si es que hay que tener un «cuidao»……
Un beso real, de los de sin «metáforas» ni «metaforillas»
Visto por el ojo de la cerradura que cada uno llevamos adosada a nuestro alrededor. Descripción de una situación común a los mortales más racionales y generosos, no de los del portazo. Me ha gustado el cordel imaginario que casi puede verse. Salud.
Ciertamente, una situación común a los mortales,en la que alguien espera lo que tal vez no debería esperar: esa respuesta acerca de algo que ya ocurrió «porquedebíaocurrir», sin más explicación que aquella por la que sucedió. ( Otra cosa es los Bárcenas, los Preferentes y Compañía, a los que seguiremos preguntando hasta que canten).
Ese cordel imaginario, a veces no lo es tanto.En este caso es una generosa invitación, como tú dices.
Otro beso (real, of corse!)
Muy bien.
Primero por escribirlo, luego por demostrar que eres capaz de dejarte vencer por el vicio.
Después por escribir lo que te viene, sin prepararlo.
Y por último, muy bien porque nos dejas, a los que te esperamos, sin tener que ir todos los días a la página escribir tu nombre y apretar la lupita de buscar para comprobar si este día de hoy ha llegado o seguimos esperando a la siguiente consulta.
Y se nota que lo has escrito con pasión, sin controlarte. Y lo intuyo por la cantidad de comas que tienes en la primera frase larga.
Y me gusta porque me ha recordado esas secuencias de cine en el que el asunto o tema, te lo dan después de recorrer caras, espacios, detalles de los sitios, colores de las cortinas y por fín, alguien contando lo que se quería contar. ¿Traveling…?
Nunca defraudas.
Comentario CSI donde los haya! Cierto! había pensado en no escribir este mes, pero no por voluntad de hacerlo así, sino por encontrarme sin ganas o sin ideas ( que es lo mismo)Y Y Y me he dejado llevar por el vicio ( o el contagio, quién sabe. Vivo cerca de un barrio Montparnase rodeada de artistas que ya conoces y ésto es inevitable!)
Por otra parte, me has pillado que está escrito con pasión, digamos que «de una tirada» y cuando trabajo así, no me gusta pulir demasiado. Lo dejo con rebabas, con oscuridades y con defectos que sólo a mí me gustan , pero por frescos. Literariamente no tiene ningún valor, pero sí de hobbie, o juego.
Y para terminar…. siempre me ha interesado «lo que cuenta la cámara», cómo lo hace, desde dónde mira y hacia dónde nos lleva. Persigo el relato cinematográfico y por eso me gusta especialmente que te haya recordado una secuencia de cine. Que hayas aludido a un Traveling , me alegra de verdad.
Aunque aún estoy de pinche en Jolibú ( soy el que engrasa los raíles del artilugio) intentaré aprender. Voy a fijarme mucho, te lo juro! 😉
Déjate llevar por la intuición y tu extraordinaria sensibilidad. Lo disfrutaremos todos.
Ufff, Nieves. Has descrito ese momento en el que, por no dañar ni decir de más, tragas tus palabras como si fueran saliva e intentas esconder los gestos, esos que tú has sabido recoger uno a uno. Es una escena llena de emotividad que te lleva a tus recuerdos, a ponerte en su lugar, a arrepentirte de todo lo no dicho. En fin, que es verdad que nunca defraudas y que siempre eres un placer para todos mis sentidos. Un abrazo.
Rosa, lo clavas.
Tu comentario es la «Part Two» de mi relato. Como siempre, tan atenta a los matices, sobrevolando con ese estilo que sólo tú sabes hacer.
Has cambiado tu perfil y ahora habitas en las profundidades?
Un abrazo
Nieves, me gusatan los giros informativos del relato, suaves y descriptivos; el vocabulario elegido, y las imagines de esa situación, tan común. Suerte y saludos
Reconozco que es un poco, digamos…. antiguo, de vocabulario como de principios de siglo pasado,pero como decía más arriba, a veces juego a perderme en la geografía de las palabras y en practicar escondites con el túnel del tiempo.
Sólo era eso. Hasta me extraña que alguien haya querido terminar de leerlo…. así que me alegra que tú hayas sido una de ellas. Gracias!
Bueno, me ha gustado. He sentido indignación, humillación y yo tb casi veo ese cordel imaginario es tan tenso que puede verse su vibración.
Me gusta, suerte
El caso es que no sabemos lo que no quería hacer y al final hizo. Bueno, no importa. El caso es que a ti, por ejemplo, te ha hecho sentir todas esas cosas. Creo que el personaje te estará muy agredecido e igual vuelve, quién sabe.
Se nos escapó.
Gracias!
Difícil situación cuándo debes una explicación y te sientes tan culpable que las palabras se niegan a fluir. Muy bueno Nieves. Un abrazo. Gloria
Momentos muy interesantes,esos en los que hasta las palabras son insuficientes y hay que valerse de los gestos, de los cálculos, de las distancias, de las miradas….. Para qué intentar explicar algo que uno no quería hacer y luego hizo.
Toda explicación resulta insuficiente ( la guerra, el Holocausto,… tal vez el día a día…)Un abrazo, Gloria Arcos
Reconocimiento y respeto por la herida del otro. La impotencia y el deseo. Dos realidades que se reconocen mutuamente. Compañía y espera no necesitan palabras, porque no siempre las palabras son verdad.
Puf, qué denso, hermano! Compañía y espera…..
No siempre las palabras son verdad.
Ay,las palabras, las palabras, ….. nos engañan a veces, a veces se disfrazan, juegan con nosotros, nos hieren, nos ensalzan, pero siempre… son tan necesarias…..
Muchas veces no tenemos explicaciones para nuestros actos, suceden sin más, pero estaríamos todo el día diciendo, preferiría no hacerlo.
Un beso Nieves.
Verdaderamente, Epífisis, estaríamos todo el día diciendo esa frase desde el punto de la mañana. Es más, algunos desde el mismo momento de asomarse a la vida(preferiría no hacerlo), así que no le demos más vueltas, nada de explicaciones Y a vivir que son 2 días
Bien contado con delicada narrativa este momento de silencios y adioses. Detrás aparece, como siempre, una escritora con mucha sensibilidad.
Un abrazo.
Susana, un honor hacerte un sitio en este rinconcito donde «pasan cosas», cosas como esta en la que de repente lees algo que no te esperas.Y que es un regalo porque has sido libre de hacerlo.Muchas gracias.Nos leemos, como siempre. un abrazo!
Esos cerros de Úbeda por los que tú te vas son con los que sueñan muchos autores porque bajo el efecto «boomerang» les llega, por una parte, la constatación de que alguien les ha leído, y por otra, el eco de lo que su mensaje ha producido en otro.
Hay que ser valiente para eso, y tú te arriesgas.
Ah! mi cordel era el de «los buenos», conste. El del que acompaña en silencio y espera, sin forzar, sin pedir nada a cambio. El que asume incluso un resultado desilusionante.(pero eso lo dejo para la «Part Two», cuando me lo encuentro otra vez.Es mucho más interesante!!)Besos
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Que dificil la convivencia. Tira y afloja. Calla y escucha.
Dibujas sin lapiz ni papel. Solo me gustaria más de viva voz, con un arroz en agosto.
La sal la pones tú, como siempre. Prometo no ahogarte con el cordel(vamos, eso creo ;))
¿Tienes motivos? No soy consciente, pero, te dejaria sin aperitivo. Tú veras.
Sin aperitivo? Ups! Entonces…seré buena ( vamos, eso creo ) 😉 resalao