JUL109. VIAJES OBLIGADOS, de Antonia Garcia Lago
La muerte viaja sobre las alas de los bombarderos. La muerte viaja desde el dedo de los dictadores, sembrando silencios.
Viaja pacientemente entre los exiliados de la hambruna, difuminada entre las nubes de polvo de los pies arrastrados.
Viaja entre los pozos vacíos de desiertos desesperanzados; entre el verde de las minas de esmeralda y el blanco roto del diamante.
Entre ausencias de vacunas, entre escasez de alimentos, entre traficantes de cualquier muerte, en polvo o en calibre.
Alguna vez la muerte descansa, fría, insensible, esperando la siguiente cosecha. Nunca faltan los depredadores que le sirvan presas, a ella, carroñera incansable.
No mira a los ojos a sus víctimas, tal vez tenga miedo de sentir piedad. Su viaje eterno le enseñó que ella solo es el instrumento al servicio de una ley inexorable.
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Antonia un poco más y no llegas al tren.
Por mucho que sea la muerte no tiene excusas para llegar tarde.
Tétrico, me ha gustado.
Un beso
Antonia, me quedé anonadado. Que buena es la caracterización de la muerte como una persona cruel y despiadada. Muy buenas las imágenes donde hay muerte por culpa del ser humano. En realidad como lo intuyes los humanos somos los mejores aliados de la muerte. Un relato descomunal, muy bueno se nota que has dejado el alma para salir perfecto.
Un fuerte abrazo, Sotirios
Soti y Epi, mis dos griegos favoritos, aunque ahora andéis abducidos por Copacabana”, gracias . Al menos ese viaje es seguro, y no hay que comprar billete de vuelta. Que se j… los del IVA, los peajes y los parketes.
Felices vacaciones, feliz «Verano Azul», y un brindis con el vino que queráis «por la Vida».
Abrazos y besos fraternos.
Copiona, que eres una copiona , je je . Y como corriges, te corrijo, es Kilométrico.
Muchas gracias Ana, y un abrazo cercano. También te deseo toda la felicidad que puedas acoger.Repartida crece y tú lo haces.
Muy ufana por tu fidelidad a mis escritos, y esperar que sigas comentando con esa vitalidad tuya.
Guardo el beso en la cajita de los tesoros y te correspondo con alegría.
Qué bien pusiste al descubierto las miserias humanas. Antonia. Nos descubres, no algo nuevo, no. Sin embargo sí algo de lo que habitualmente nos queremos olvidar, tan tétrico y miserables nos hace sentir, que solo queremos o necesitamos, obviarlo para no sufrir.
Muy bien tu micro. Me entristeció eso sí, pero me encantó.
Gracias Frank. La muerte siempre es un recurso, un recurrente. Pretendía y tenía algo más jocoso, pero me llegó la primera frase y ahí está.
Si me permitís y al hilo del tema recomiendo a todos «La ladrona de libros».
Muy amable. 🙂