JUL110. SEÑALES CIFRADAS, de José Mª Morales Delgado
En un viaje de negocios a Valencia, camino de la estación pisé una mierda de perro, debía ser de un san Bernardo por el tamaño, me limpié como pude en el césped. En el tren me di cuenta del olor que desprendía mi zapato, fui al lavabo, lo limpié y le puse loción del afeitado para camuflar el olor, al volver a mi asiento, en el contiguo había una señora gorda.
Al llegar di un paseo por la ciudad y cuando estaba comiendo, se oyeron tiros, me asomé y. vi coches de policía rodeando un Banco, alguien dijo que era un atraco y seguí comiendo. Llegué al hotel y me eché en la cama, oí unos alaridos de mujer. Llamaron a mi puerta, abrí y vi a una señora histérica en batín que me dijo que llamara a la policía por que una mujer estaba sufriendo malos tratos, le respondí que lo que estaba recibiendo la tal señora eran “muy buenos tratos”.
Al coger el tren de vuelta en el último minuto me acordé de comprar la lotería que siempre compro cuando voy de viaje,
El viaje me enseñó a hacer caso de las señales. El gordo acabó en 69.
Gracias Ana, Saludos.
José Maria