JUL12. RUTINAS, de Fernando da Casa de Cantos
María terminó de fregar los platos con agua fría. La bombona de butano había subido, tocaba ducha al día siguiente, había que elegir. El niño necesitaba zapatos. Ella necesitaba dinero. Se miró las manos y descubrió un nuevo surco, arado con ternura por la siembra de los años. Cerró la bolsa de basura.
–Cariño, ¿querrías bajar la basura, por favor? –dijo ella.
–Preferiría no hacerlo –dijo él.
María bajó la basura.
José veía la tele mientras apuraba su tercer botellín de cerveza. No atendía a la presentadora, ni quería comprar un coche nuevo. Le daba igual si había partido o concurso. Le relajaba el zumbido de fondo, eso era todo. Su empresa anunciaba más despidos, cada día saludaba a menos compañeros. Escuchó la puerta de la calle. María regresaba de sus obligaciones.
–Cariño, ¿querrías traerme una cerveza, por favor? –dijo él.
–Preferiría no hacerlo –dijo ella.
José eructó y cerró los ojos. El zumbido de la tele le ayudaría a olvidar.
Jo Fernando tanta pena me da él como ella, pero como sigamos así la frecuencia aumentará.
Un abrazo
Es verdad, preferiría no decirlo, pero creo que tienes razón.
Rutinas y desidia perfectamente reflejada en los personajes, me ha gustado mucho, de plena actualidad. Nuria
Gracias, Nuria. Desgraciadamente es actual.
Pensaba que María no regresaría de tirar la basura. Un saludo.
Juan M
A veces la precariedad económica ata más que la abundancia, aunque parezca una paradoja.
Al menos pueden decir lo que piensan con educación, cuántos y cuántas no necesitarían practicar esa frase en el espejo del mes pasado: Preferiría no hacerlo, y ya. Muy acertada y muy buen poso el que deja la frase final.
Gracias Alba por tu comentario. MI respuesta también parece rutinaria, pero no lo es. Es sincera.
Qué triste que se llegue a ese punto..
Costumbrismo puro y duro.
Un saludo
Rosy
Sí, Rosy, costumbrismo al más puro estilo del XIX en pleno siglo XXI. Dentro de poco quizá avanzamos otro cuarto de siglo más… Hacia atrás, claro.
Fernando me ha gustado mucho. Reflejas la rutina muy bien. Desde luego dan ganas de apagar el televisor Un abrazo
Gracias, Jero. A veces es mejor no encenderlo siquiera… Un abrazo.
Yo también pensé que María no volvería. Triste rutina, sin duda. Suerte.
Hay muchísimas Marías por el mundo, que no tienen más remedio que volver… El miedo a lo desconocido es más fuerte que la seguridad instalada en una vida mediocre, por triste y gris que sea.
Es un micro muy bueno en eso de mostrar y no enseñar. Rutina, conformismo, crisis de todo…
Gracias, Mel, he intentado inspirarme en el «realismo sucio» para hacer el texto, aunque la fuente principal fuera Melville.
Qué cuadro tan gris y ahora, por desgracia, tan español. Al menos parece que la pareja no ha dejado que su penosa situación haya destrozado las formas. Lo que haya en el fondo y en el corazoncito de cada uno ya es otra historia. Suerte y un abrazo.
Un abrazo para ti, admiradísima Ana. Espero con impaciencia tu relato, seguro que va a resultar impresionante.
María y José, vaya elección curiosa, Fernando. Tampoco es que se vea conflicto entre ellos, igual les da tanto al uno como al otro. Yo ya estaba pensando en llevarle una cerveza caliente, para incendiar un poco esa rutina.
Un abrazo.
Gracias Susana por tus comentarios. ¿Cerveza caliente? Hay a quien le gusta…
Una relación sin violencias pero que no va bien porque la vida los tiene a los dos machacados.
Me ha resultado interesante lectura.
Saludos
Gracias Javier, interesante aportación la tuya. Un abrazo.
Doble crítica, por un lado la política y por otro la del marido cervecero machista. En fin, que lo uno lleva a lo otro o lo otro a lo uno. La tele como «caja tonta». Todo cuadra.
Gracias Ximens por tu apreciación. Círculo vicioso donde el perímetro es cuadrado. O cuadrado de aristas circulares… Le daré vueltas.