Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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JUL127. JUSTICIA EN LA CORTE, de David Moreno

Las calles fuera de Palacio descubre por accidente a sus dieciocho. Los sirvientes que corrían tras él no pudieron frenarle, fueron incapaces de evitarlo esta vez. Enseguida los ojos huecos de una niña se le clavan en lo más hondo del corazón. No entiende qué hacen las moscas alrededor ni el silencio que se respira allí. La alegría por primera vez siente que huye. Tanto dolor repentino no lo soporta. Y regresa. Enojado, abatido, confuso. Y busca. Y encuentra al culpable, claro que lo encuentra. Sentado en el trono de oro con adornos de diamantes y zafiros junto a su madre. Necesita saciar la rabia que ahora lleva dentro y aunque prefería no hacerlo, los ojos se le bañan de lágrimas justo cuando su espada penetra a través del tórax de su progenitor.

16 Responses

  1. He de confesarte que me quedé atascada en la primera frase, cuando conseguí superarla y entenderla todo empezó a fluir incluso el brutal desenlace. Conciso pero rotundo.

    Un abrazo,

  2. Ana U. ante todo gracias por comentar.
    La verdad es que tu versión poco tiene que ver con mi intención, problema mío que me salió un micro un tanto liado.

    Esperaré y ya daré la explicación más adelante.

    Un saludo indio
    Mitakuye oyasin

  3. El culpable estaba muy cerca. Qué trágico. También me ha parecido enigmático.
    Los ojos de la niña ¿pueden ser los de su hermana? sería la primogénita. Al asesinarla, sería él quien subiese al trono. Lo he visualizado así.
    La frase del inicio me ha parecido esencial para interpretarlo así.

    Mucha suerte David! Besicos

  4. Ya está, digo eureka! Creo que lo pillé, aunque me costó, algo enrevesadillo el principio y mi cerebro, por el calor.Pero el resumen es este, según creo: El príncipe sale fuera, al mundo real, y ve la miseria, las enfermedades, la tristeza, y sabe que eso sucede por algo, alguien debe o puede ser el responsable de esa situación. Lo encuentra, el que vive tan ricamente, tan feliz, tan ajeno al pueblo. El resto, es el final.
    Pues muy bien por la historia y buena atmósfera y sobre todo, breve y eficaz en su resolución,
    Abrazo.

    1. Gracias Antonia por comentar.

      Me he dado cuenta de que quizá el principio quedó muy enrevesado, intentaré cambiarlo. Pero ¡sí! Lo has explicado a la perfección. La niña muerta representa la miseria del mundo exterior, con las moscas pululando a su alrededor y el culpable es su padre, el rey y no ve otra manera de hacer justicia que matándolo.
      Creía que nadie lo había entendido… Graciassss

      Un saludo indio
      Mitakuye oyasin

  5. Saludos Gran Jefe, paréceme a mi que muy bien se entiende, pero ni caso me hagas que muy raro yo escribo, je je.

    No, en serio, la primera frase si que lía un tanto pero con un poco de gimnasia se encaja bien, se me hace como una explanada en lo alto a partir de la cual el resto del relato se lanza a tumba abierta.

    También me gusta que puedan surgir más historias que las que pretendías, je je, es lo que tiene tener un público tan creativo.

    Mitakuye oyasin David, suerte.

  6. Ja, ja , Ana. Lo de «que nadie sepa tu sufrir», me ha hecho reírme de verdad. No creas, no creas, yo también me monto mis películas, pero últimamente los releo, reflexiono y sigo la pista como Holmes y a veces atino. Tú sigue así que la fantasía dentro de la fantasía, es de lo más saludable. Y aquí, en este, David ha querido ponernos a prueba ;-P, en plan yoda, cosa que también se agradece porque así las neuronas no se acomodan. Besote.

  7. A tan tierna edad se es impetuoso, pero también dialogando se entiende la gente. Igual tenía muy claro lo de «a rey muerto…», pero un poco sanguinario el nuevo rey si esa va a ser su justicia a impartir. A mí que desordenes las frases, la primera y una del medio, y antecedas el complemento al sujeto, sí que me gusta, me parece divertido jugar con la sintaxis.
    Un abrazo.

    1. Gracias Susana por comentar.

      Tienes razón la rebeldía de la juventud no siempre es para bien. En este caso me da que lo hacía para impartir justicia ante la miseria de la que le mantenían alejado y de la que el culpable lo tenía cerca.

      Un saludo indio
      Mitakuye oyasin

  8. Hola David, he de confesarte y confieso, que he leído los comentarios que me preceden porque algo se me escapaba. No es que sean horas para estar muy lúcida, ni tampoco creo que sea un problema de nadie. Yo creo que es simplemente el giro de las frases iniciales las que despistan y hace que cueste meterse en escena. Nada más. Es cuestión de leerlo despacio y seguro que encuentras una forma fácil de arreglarlo porque me parece que es una buenísima idea: Misesria, poder, reacción. El conflicto del personaje yo lo remarcaría un poquito más, sólo para justificar esa acción tan brutal.

    Un besote David.

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