JUL138. SESENTA SEGUNDOS, de Mercedes Marín del Valle
Me he levantado sin pereza aunque he dormido mal esta noche. Después de una ducha revitalizante me he puesto el vestido más bonito que he encontrado en el armario. Uno blanco, tipo ibicenco que confeccionó mi madre. Blanquísimo que azulea, con la falda llena de volantes y puntillas y los hombros cubiertos por un fino encaje que deja adivinar mi piel. Es un rito, una costumbre sagrada, vestirme con lo que más me gusta en días tan desasosegantes como este.
El autobús está lleno como es habitual y aunque he conseguido sentarme, los nervios no me dejan para los pies.
Al llegar me he sentado frente a él, sola frente a él, que ha hecho una pregunta.
Es todo lo que recuerdo, que ha hecho una pregunta y que las cintas de raso de mi vestido volaban con la brisa como si quisieran escapar del lugar.
Lo he mirado fijamente y él con sus ojos ha insistido en que le conteste.
En sesenta segundos eternos, he recorrido palmo a palmo los renglones con la mente pero no he hallado la respuesta.
Preferiría no hacerlo señorita, me ha dicho solemne, pero no me deja otra opción. Tendrá que volver en septiembre.
La memoria fatal, pero el vestido fantástico. Pensé en una boda, en la huida de la novia, en un No rotundo, pero ha sido mejor la sorpresa.
Le has dado suspense al suspenso, y por eso, quedas aprobada con notable. Abrazo.
Muchas gracias Antonia. En esos días en los que puedes quedarte en blanco ¿qué mejor que ir a tono con la circunstancia? jajaja
Feliz tarde.
El escenario que preparas induce a pensar en una cita des-amorosa, pero nunca hubiera pensado que se trataba de una revisión de examen. ¡Suerte!
Un examen oral da mucho juego, sobre todo al profesor que te tiene en vilo constante.
Gracias Belén. Qué seas afortunada
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gracias Ana. Para ti también suerte. Buenas noches
En Septiembre, pero con Sobresaliente. Un abrazo, cora. Me ha sorprendido y me ha encantado.
Gracias Aurora. Por mucho que uno estudie, siempre le quedará esa asignatura pendiente en la que ahondar, sobre todo para crecer. Suerte y bella tarde para ti.
He conocido algunos profesores que ante la vista de un vestido blanco de puntillas que deja ver la piel, nunca se habrían portado tan íntegros y seguro que también hubieran dejado de lado la frase de este mes, sobre todo lo que sugieren esas cintas de raso del vestido que vuelan… Me gusta mucho la tensión que sugieres entre los dos protagonistas durante esos eternos sesenta segundos.
Un abrazo y felicidades. Suerte para este mes.
Si, pero además de la integridad a veces está… LA SOBERBIA.
Gracias y suerte para ti también.
Ah y enhorabuena por LA SOMBRA DE CAÍN.