JUL146. PREFERIRÍA HABERTE QUERIDO, de Asun Gárate Iguarán
Naciste. Pero no pude sentir alegría. Mi soledad era la misma que antes, incluso más rabiosa, más cruel.
Mientras yo caía en un abismo de lamentos y silencios, tú empezabas a vivir como si no te hubieses equivocado de madre, como si tuvieras toda la vida por delante.
Te aferrabas a mis pechos y chupabas dirigiéndome una mirada dichosa y agradecida que yo no soportaba. Volvía la cara hacia la ventana por no verte, por no sumergirme en tus mares azules, por desear irme lejos.
Después de mamar te dormías, ebria de leche amarga, y aleteaba en tus labios una sonrisa fugaz y rosada como una mariposa. Yo te dejaba a un lado y cogía un libro para no sostenerte a ti, para olvidarme un momento de ti.
Hasta que un día de viento Dios se asomó desde el cielo y, dispuesto a quererte más que yo, de súbita muerte se llevó tu mirada, tu sonrisa, tu amor.
Yo permanezco frente a la ventana. Con un libro en las manos. El pecho seco. En su fondo más oscuro mi corazón sigue latiendo. Lentamente.
Asun, madre mía, qué relato tan duro! Triste historia de una madre que pierde su bebe.
Muy bien contada.
Un saludo.
Asun, me gusta tu triste historia sobre esos arrepentimientos imposibles de superar, contada con podeross imágenes, entre las que destacaría la de la leche amarga y la frase que cierra el relato.
Saludos y suerte para este mes.
No todas las mujeres merecen ser madres, pero ninguna criatura merece tener una madre así. Un relato muy fuerte, que en verdad golpea. Y lo escribiste en primera persona, como si fuera una confesión de parte, lo cual me hizo odiarte por un instante.
Me gustó mucho tu trabajo, sonó dolorosamente convincente. Y de eso se trata, introducir al lector en la creación del autor. Y conmigo lo hiciste.
¡Saludos!
El recurso de los dioses para representar la fatalidad hace más amarga la impotencia y la rabia ante un acto, pese a su gravedad, común. Muy duro, Asun.
Juan M
Hola, Asun.
Es durísimo pensar que una mamá no siente alegría al tener a su bebé en los brazos, pero no es algo descabellado o imposible; pasa.
Un abrazo y mucha suerte.
El relato, a mí particularmente, me ha encantado.
uh ju juuuuu!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Asún. ¿Qué más puedo decir? IM-PAC-TAN-TE. Pasa, pasa y pasa mucho. Un relato *****. Despues de leerte, mi corazón también late, por ahí, en algún sitio, después de paralizarse por un momento. Un abrazo.
Un relato que desmitifica a la maternidad, duro, me aterra esa imagen de la madre frente a la ventana. En la forma que está narrado se sugiere algo de remordimiento pero en el fondo creo que se siente aliviada. ¡Suerte!
Saludos.
Me has emocionado Asun. Has reflejado muy bien los sentimientos de una mujer, lejos del estereotipo de madre por encima de todo.
Felicidades,
Me has emocionado Asun. Has reflejado muy bien los sentimientos de una mujer, lejos del estereotipo de madre por encima de todo.
Felicidades,
Sobrecogedor, lleno de emociones y sentimientos muy bien expuestos .Me ha gustado mucho tu relato, te metes en el y lo vives.
Felicidades. un beso
Terrible relato de una madre con depresión postparto, que sabe que siente diferente a cómo se supone que debería sentirse. Es terrible pero por desgracia ocurre. Muy bien relatado. Consigues que se nos revuelvan las entrañas. Besos. Gloria Arcos
Asun, esa falta de ganas de vivir la maternidad puede ser solo el resultado de su falta de deseos y miedos para enfrentarse a la vida. Suerte y saludos
De esta lectura desgarradora saco el mensaje de que hay que vivir el presente, aunque también sé que existen mil obstáculos que superar para lograrlo.
Un abrazo.
Tienes frases muy poéticas como la sonrisa como mariposa, en un relato tan duro. Es triste ese personaje que no sabe o no puede querer por el daño que lleva dentro. Un final igualmente descorazonador, pero narrado con buen pulso y que llega y explica bien a ese personaje tan desgraciado.
Suerte y un abrazo.
Acabo de leer el de Maribel Martínez y ahora Asun el tuyo, los dos desde diferente perspectiva y me dejáis con un nudo que me obligará a tomar por lo menos dos vermúts.
Un beso
Pobre mujer tan desgraciada.
Abrazos.