JUL15. REMEMBRANZA, de Jesús Urbano Sojo
Aquel viaje me enseñó a amar. Recuerdo con cariño que empezamos el camino como amigos. La primera noche, mientras escuchábamos el lento romper de las olas, fui hasta tu saco de dormir y me abracé a ti. Pensé que me rechazarías, sin embargo, encontré un cálido beso como respuesta. Dos días más tarde, cuando recorríamos los paradisíacos parajes de la zona, nos prometimos amor eterno. Cincuenta años después, aún no hemos roto aquella promesa.
Son afortunados tus protagonistas, han descubierto la magia del amor.
Saludos
¡Qué suerte! yo hubiera querido uno para mí, así.
¡Y suerte con el relato!
Relato sincero y directo, como debe ser el amor. Perfecto.
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Muchas gracias a todos/as. Me alegro de que les haya gustado el relato.