JUL16. EL HÉROE, de Jerónimo Hernández de Castro
Un día de estos no se levantará de la cama: tampoco ha de ser hoy. Desaliñado y adusto cae calle abajo camino de la oficina, donde percibe como algo insufrible las más simples tareas cotidianas. Los años pasan y su barbita de treintañero inconformista parece a su edad una muestra de dejadez intolerable que ahuyenta a los clientes. No ayuda mucho ese olor suyo, que la ducha semanal apenas alivia, mezclado con el de la chaqueta de trabajo que ha impregnado su cuerpo para siempre. Algo sucede pero no sabe muy bien de qué se trata y sus amigos, que ya empiezan a rehuir su compañía, tampoco son un gran apoyo. Resiste y, cada primero de mes, plantea nuevos objetivos para alejarse de su destino, en un dietario impecable que ella le regaló. Ahora que no está, él es el único que hace anotaciones.
RELATO FUERA DE CONCURSO POR SER JURADO ESTE MES
Me ha llamado mucho la atención, Jerónimo, este relato de lo que me parece que es la pre-historia de ese Bartleby heroico que un día decide plantarse.
Tu idea de ese «inconformista» avant-la-lettre, de su situación anímica y vital, me ha encandilado.
Gracias por tu micro y suerte para este mes.
Gracias Eduardo. Creo que el auténtico heroísmo es el de todos los días. En un momento dado todos podemos asaltar el castillo pero a veces como al protagonista lo difícil es anotar en la libreta. Un abrazo
Precioso relato de un Bartleby salmantino. Enhorabuena, Jero.
Muchas gracias Fernando. Te agradezco mucho tus comentarios Seguimos en contacto un gran abrazo. Jero
Bueno, en el fondo, a todos nos sujetan pequeños cables a tierra. Interesante.
Juan M
Gracias por tu comentario Juan Manuel. Desde luego siempre hay que buscar cables y tenderlos a los demás. Hasta pronto
Enhorabuena Jero, me encantó tu relato. Tu personaje a pesar de su aspecto, me da ternura y pena el dolor que siente por su pérdida.
Un besazo
Muchas gracias Cristina. Un beso enorme
Héroe, lo que se dice héroe, más bien superviviente de su propia vida no?. Un auténtico Bartleby, por desgracias hay muchos por ahí.
Sí Mel! La vida no se para y hay que pelear para que no nos impida levantarnos cada mañana. Un beso y gracias por el comentario
Hola Ana. Gracias por tu comentario. Desde luego he intentado dejar el relato abierto a varias opciones: quizá ella lo dejó o fue involuntario, o se la llevó la vida… Y la chaqueta quería presentar lo que vamos incorporando sin quererlo o sin darnos cuenta pero siendo conscientes que hay cosas que no podemos controlar. Pero siempre adelante! que ese es el heroísmo verdadero. Un abrazo
Aunque digan que querer es poder, a veces no lo es, hay estados anímicos que pesan demasiado.
Un saludo