JUL163. DESENCUENTROS MORTALES, de Miguelángel Pegarz
Lidia y Juan se prometieron amor eterno. No eran matrimonio, ni siquiera pareja, cada cual tenía la suya. Pero juraron ser amantes perpetuos. Siempre, siempre y por encima de todo, podrían citarse. Durante años no hubo problema alguno, e indistintamente se reclamaron para saciar sus deseos más instintivos. Ella sigue reclamándolo con frecuencia insaciable. Juan accede, fiel a su palabra, pero cada vez le cuesta más. Desde que ella murió le resulta extraño.
La muerte en la última frase del escritor para hacer más verosímil ese amor «eterno» y esos «desencuentros mortales».
Tu giro final hace que me quede pensando en si todas esas cosas que prometemos eternas de verdad lo serán…
Un beso Miguel Angel y mucha suerte.
Somos incumplidores profesionales de promesas Laura, todos. Gracias por tus deseos de suerte pero no aspiro a ser finalista, está por encima de mis posibilidades.
Cruel cometido, seguir unidos por una promesa hasta después de muertos. Contundente. Un abrazo. Gloria Arcos
Los amantes son egoístas por naturaleza, o así los veo. Gracias.
¡Excelente Miguel Ángel! Es muy original y con un final sorprendente. ¡Cuántas parejas sin ser parejas deben haber por ahí!
¡Mucha suerte!
Un abrazo.
La excelencia queda muy lejos de mis posibilidades, especialmente en cuanto a la escritura. Pero es todo un honor recibir ese halago de alguien como tú.
Seguro que muchas, muchas más que muchas y muchas más que más.
Sobre la suerte me remito a lo que le digo a Laura, yo sólo vine a hacer bulto.
Me vino por el eufemismo de «hacerlo». Celebro que te guste el final. Gracias.
Cómo pesa el «para siempre». Me ha gustado, Miguelángel.
Un abrazo.
Y eso que hasta la canción dice «Nunca es para siempre». Celebro que te guste.
Me ha gustado, Miguelángel. Habría que ver que pinta tendría Lidia. Te deseo mucha suerte. Un abrazo.
Celebro que te guste, sólo vine a hacer bulto, peor gracias. Lidia, por tradición, seguro que va con un vestido blanco vaporoso.
Hola, Miguel Ángel.
Excelente e imprevisible final.
Me ha encantado.
Un abrazo y suerte.
Te contesto en el de abajo.
Hola, Miguel Ángel.
Excelente e imprevisible final.
Me ha encantado.
Un abrazo y suerte.
Gracias. Fíjate que a mi sí me resultaba muy previsible.
Hola, Miguel Ángel.
Excelente e imprevisible final.
Me ha encantado.
Un abrazo y suerte.
Te contesto en el de arriba 🙂
Me atrae esta facilidad de introducir a una amante muerta en un texto y contexto tan natural, porque yo ya me estoy imaginando los muchos inconvenientes de esa relación. Me imagino a la legítima diciéndole «hueles raro, dónde has estao» o algo peor.
Un abrazo.
Jaja, pues nada, imagina y escribe. Dentro d emi poco talento tengo cierta facilidad con los muertos, es lo que tiene ser un fantasma (durante años mi firma fue Cybrghost, alias que aún utilizo). Gracias por leer y comentar.
Está muy bien tu relato, Miguelángel,con ese final inesperado, aunque a ti no te lo parezca, y es que quizá estamos más acostumbrados a las parejas clásicas casadas y a la típica frase «Hasta que la muerte os separe». Es lo que tiene de bueno el matrimonio, ¿no?
Saludos y suerte para este mes (bueno para el del concurso con este relato, julio).
Celebro que te guste. Quizá a mi este final sorprendente me resulte el previsible porque es un giro medianamente habitual en mi. Gracias por leer y comentar.