JUL23. CARTA DESDE OZ, de Juan Torralba Padilla
Querida Paula. Acabo de llegar al Tíbet. Te escribo como te prometí desde el punto habitado más alto del mundo. Desde el principio estabas al tanto de mis inquietudes, de esa sensación de vacío que me oprimía. Fuiste consciente de la necesidad que suponía para mí este viaje. Y tú la primera que me animó a hacerlo.
He recorrido miles de kilómetros para hallar respuestas. He conocido gente, gente muy diversa. Pero mis preguntas nunca encontraban una respuesta concreta. Ni monjes, ni anacoretas, ni yoguis. Todos negaban con la cabeza y se tapaban el pecho con la mano. Al principio no lo entendía.
Esta noche tuve el sueño, ya sabes ,el sueño. Un huracán me despertaba y elevaba nuestra cama por los aires, lejos, muy lejos. Al principio sentí el mismo miedo de siempre . Luego me gire y te vi dormir plácidamente a mi lado. Entonces lo entendí. Mi casa esta donde esté mi corazón. Y mi corazón está contigo. Y ya lo decía Dorothy: en ningún sitio como en casa, en ningún sitio como en casa.
Me alegro que por fin te hayas decidido a escribir en el mes de Julio. Bonito relato y espiritual. Nos vemos pronto.
Original esta carta sobre el camino iniciatico y la revelación de que las cosas más importantes de la vida se hallan en el corazón.
Mi casa está donde esté mi corazón, que cierto!! Me gusta el guiño a uno de mis cuentos preferidos.