JUL41. DOLOROSA DECISIÓN, de Mariano Álvaro
Vuelve a mirar el reloj que preside el escritorio en el que lleva estancado casi un año. Las agujas corren más deprisa que nunca; ya se había dado cuenta de que cada día que ha ido pasando de este último año, han ido corriendo más y más. El tiempo se agota como un reloj de arena al que solo le queda un último grano por caer.
Vuelve a mirar el folio en blanco. Está atascado; se siente atrapado. Tiene que entregar la novela en el plazo acordado con su editor, “no te preocupes, en menos de un año tienes tu novela en la editorial, otro éxito, te lo aseguro”, le había dicho entre risas mientras firmaban el contrato que ahora lo ahogaba como la soga al ahorcado. Un año. Pero él no contaba con que el tiempo pasara tan rápido.
Vuelve a mirar la novela que tiene sobre su mesa. Un escritor joven se la entregó en aquella feria del libro para que le diera su opinión de consagrado escritor. Es buena, muy buena.
Vuelve a debatirse entre su conciencia y su angustia. Preferiría no hacerlo.
Vuelve a descolgar el teléfono. “Ya está terminada”, informa a su editor.
About Post Author
Menudo dilema el del plagiador; y menuda candidez la del joven escritor que cede así su original. De todos modos, menuda indiferencia la del editor que aceptara cualquier cosa sin contrastar su procedencia con la única intención de obtener «otro éxito».
Muy interesante el hilo hasta que se desata el conflicto, Mariano.
Juan M
Muchas gracias Juan por tu comentario. Un saludo.
Seguro que algo así ha ocurrido en alguna ocasión. De hecho la mayoría escribimos y colgamos cosas que no están registradas.
Muy buen micro, me ha gustado mucho.
Saludos.
Me alegro mucho de que te haya gustado, Asun. Es cierto que en ocasiones escribimos y colgamos cosas sin registrarlas pero hasta que no nos ocurre no ponemos remedio.
Un saludo.
Más que una «dolorosa decisión» es una burda decision. Buena descripción de un escritor inescrupuloso. ¡Suerte!
Saludos.
Gracias Beto por tu comentario. Sí es cierto que es una burda decisión pero quise, con el título, quitar algo de carga al escritor, mostrar el dolor que le produce ya que no está acostumbrado a hacerlo.
Un saludo.
Igual que comentan arriba, da la sensación de ser algo que sucede a menudo, o no, vete a saber. El título me recuerda a la «Sublime decisión» http://es.wikipedia.org/wiki/%C2%A1Sublime_decisi%C3%B3n!
de Miguel Mihura. Saludos.
Gracias por tu comentario, Pablo. Quiero creer que no sucede tan a menudo como podemos pensar. Respecto al título, ha sido coincidencia, pero me alegra que pueda recordar o establecer conexión con la obra de un grande.
Un saludo.
Lo que nos demuestra la falta de etica que podemos llegar a tener, a cambio de unos minutos de gloria, que por otro lado igual nos hundiria en la verguenza y el dejar de respetarnos a nosotros mismos.
Besicos muchos.
Muchas gracias por el comentario. Sí que es cierto que por un momento de éxito o tal vez por haber prometido lo que no tenemos somos capaces de casi todo.
Saludos.
Gracias por comentar el relato, Ana. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, la red abre un campo grandísimo a esos ataques que comentas y que, realmente, dan pánico si se piensa detenidamente.
Por otro lado, muchas veces la gente que quiere abrirse paso en la escritura ofrece o muestra su obra confiando en el buen hacer de los demás, sin percatarse de los posibles riesgos.
Me alegro de que te haya gustado el relato. Un saludo.
Un poco c…ón, qué no? Efectivamente, como dicen por ahí, una decisión bastante burda. No tan inusual, me temo.
Un abrazo novelero.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Aurora. Me temo que no es tan inusual en muchos ámbitos de la vida, una persona que se aprovecha de la inocencia y confianza de otra.
Muchas gracias por tu comentario. Un saludo.
Me recuerda algún caso famoso en el que se formó revuelo por el supuesto plagio que un escritor conocidísimo hizo de otro bastante desconocido. No sé cuánto habría de verdad en aquella historia, pero sí que recuerdo un caso real de un profesor que publicó un libro en el que algunos de sus alumnos, atónitos, reconocieron párrafos de trabajos que le habían entregado. La falta de escrúpulos y respeto ante la propiedad intelectual es un mal común, y casi todos caemos en ella de una manera u otra. Suerte y un saludo.
Gracias Ana por tu comentario. La leyenda (o no) del escritor que plagia es famosa y es lo que inspiró este relato.
Un saludo.
Hay una peli, «El ladrón de palabras» sobre el asunto. A mí por lo menos aunque no me pillaran me daría mucha vergúenza hacer eso.
Un abrazo.
Supongo que la mayoría de las personas no lo harían, por vergüenza, honor,… pero lamentablemente también hay gente sin escrúpulos dispuesta a todo.
Gracias, Susana, por el comentario. Un saludo.