JUL78. PREGUNTAS Y ESCALOFRÍOS. de Calamanda Nevado Cerro
—Sí, si me la recuerda…— contesté a Luis mientras paseábamos, excitados por el parecido, junto a la orilla del rio. Observamos mejor a la mujer; igual forma cansina de andar, hombro derecho claramente caído, misma pierna izquierda delgada por la polio, ese extraño pandeo de brazos… “Es nuestra hija, es Elisa”, soltamos sin reservas. “Si está en prisión solo cabe pensar que ha escapado”, espetó Luis nervioso.
Hubiera preferido no hacerlo hoy, pero… no pasaba gente y quise asegurarme. Mi marido, temeroso, prefirió no hacerlo y tuvo la ocurrencia de marcharse; me abstuve de razonarle; reuní fuerzas y grité — ¡Elisa!— Ella giró bruscamente su corpulencia dejándome ver su nariz chata y el flequillo descuidado. Me observó como si todo le diera igual. Titubee ante sus pasos desequilibrados; sorbía o lamia algo sobre un papel de plata que lanzó al viento. Al tenerla cerca vi su bigote y el pantalón ceñido; ¡le marcaba bulto de paquete! Me pasmé del sobresalto y con la saliva indigestada vomité.
Aunque el asco solivianta, por fin le hable. Me abofeteaba cuando tres policías vocearon en la altura del puente. “Quietas… ¡No lo hagas Elisa!”; mis manos no la sujetaron; aprovechó para suicidarse y huyo.
Calamanda, las descripciones fabulosas, y el tema tiene mucha fluidez. Me desconcentro el bigote y el bulto de paquete (no será que es un travesti) De todos modos un drama bien narrado. Un fuerte abrazo, Sotirios.
Sotirios, gracias; Elisa era una gran desconocida para sus padres. A su madre la desconcertó, como te ha ocurrido a tí. Un abrazo y hasta otra.
Directo y sin concesiones. Enhorabuena.
Juan M.
Juan manuel, gracias; llevas razón, las situaciones límites se viven de forma muy directa. Saludos.
Historia dramática bien narrada.
Un saludo.
Blanca, gracias; si son unas vidas bastantes golpeadas. Saludos.
Un retrato del lado oscuro, o de la cara mala de la vida. También me perdí un poco en el momento del bigote y el paquete, creía que finalmente los padres se habían equivocado y no era su hija, o eso es lo que querría yo que hubiera pasado.
Saludos.
Asun, gracias; yo también hubiera deseado un final más feliz para esta familia; no pudo ser. Saludos.
Triste y dramática la historia y con final trágico.Falta de comunicación con sus padres, por lo que has comentado, Elisa era una desconocida para ellos,drogadicción,delincuencia, en fin un cúmulo de situaciones desesperantes.
Un saludo Calamanda y mucha suerte.
Elena
MARÍA ELENA, gracias; eso es, un cúmulo de cosas no siempre se sabe llevar, a pesar del cariño incondicional de los padres. Saludos
Relato que sin duda necesita más espacio para que quede clarito. Una mujer transexual que de lejos sigue pareciendo mujer me despistó. El final es un poco precipitado. Suerte a fin de mes.
Ximens, gracias. Saludos
Tremenda historia esta. En principio, parece un simple reconocimiento a una hija alejada que, para colmo, cambió de sexo. Pero después el suicidio me ha dejado con la boca abierta, ¡pobre!
Puedo imaginarme muchas cosas en esta historia tan abierta, de esas que requieren la complicidad absoluta del lector.
Un abrazo y mucha suerte.
Isabel, efectivamente, has captado la dimensión de lo que yo pretendia al escribirla; en su totalidad desea involucrar al lector; gracias y saludos.
Cala lo has conseguido, nos involucras a todos, madre, padre, hija, hijo y lectores.
Un beso
EPÍFISIS, gracias por tus apreciaciones y la sonrisa. Cómo eres, el hijo no da señales de vida en el cuento!!! Un beso.
Lo digo, por el paquete y el bigote, que ya no sé, si es chico-chica.
Un beso
Escalofriante el descubrimiento del lado oscuro de alguien cercano que haces en tu relato, Calamanda. ¡Suerte!
Belén, si, a nuestros cercanos los envolvemos en un halo libre de toda sospecha. Saludos y gracias.
Impresionante e inquietante micro. Muy duro aceptar lo evidente.
Suerte Calamanda, me alegra saludarte de nuevo.
Besicos muchos.
Nani, gracias; encantanda de leerte. Un beso.
Extraño y visual relato además de desconcertante, que invita a varias lecturas, con un final desasosegante.
Saludos y mucha suertea a fin de mes, Calamanda.
Rafa, gracias; el lector, si lo desea, se puede dejar llevar y sacar sus conclusiones. Saludos.