JUL91. ADAN Y ODOT, de María Elejoste Larrucea
Odot era perfecto pero no lo sabíamos. Se fue y Adán ocupó su lugar. Con Odot viajé a occidente en busca del milagro de la ciencia. Después, con Adán, fui a oriente en busca de paz-ciencia. Viajé. Huir, para el silencio no oír. Me hice vieja.
Entendí que incluso los más pobres regalan sonrisas y centrifugué el huracán de mi rabia hasta hacerla brisa. Me dieron su calor, y reciclé mis lágrimas en gotas de rocío de un mañana mejor. Encontré la calma, los 21 gramos de mi alma, porque aunque anochece, siempre amanece.
Dicen, y es mentira, que el tiempo lo cura todo. Dicen y es cierto, que pone las cosas en su sitio. Un día paseando sin rumbo, encontré los cuentos de Jams y en el número 10, Ana, la dependienta, me invitó a pasar. Y escribí un cuento, donde parte es cierto y parte invento. Y así, lo pasé por el espejo que aunque refleja la verdad, lo pone del revés: Adán cambia y Odot tiene sentido.
Sus ojos verdes dan luz a otros padres, y su pequeño corazón late en otro pecho. Para ellos… el cielo, para nosotros… consuelo.
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Hermoso María, me alegra que lo hayas publicado, siento si ha nadido del dolor, pero a veces es pura inspiración, ojalá encontrar tu alma te haya ayudado a encontrar realmente la paz. Te mando un fuerte abrazo de esos que dicen que son sanadores y nos llenan de energía.
Y suerte.
Yashira, Maribel la del cuadro embrujado… con tanto nombre y mote me vuelvo loca.
Sí que ha nacido del dolor, pero creo que es bueno sacarlo, no me refiero a publicarlo, si no a no «comerse» el dolor y que se haga una úlcera emocional. Antes escribía sólo como diversión, desahogo, terapia propia. UN día, un médico viendo uno de mis cuentos, me convenció para que se lo dejase a sus otros pacientes, la medicina no es siempre pastillas dijo, y como creo que las palabras pueden sanar al igual que los abrazos te doy las gracias por tus palabras y por los abrazos.
María, a pesar de la dura historia que se intuye (siento mucho si la has tenido que sufrir) es un relato muy bello, poético y emotivo. Y, sobre todo, constata una realidad desgarradora, pero también transmite mucho optimismo. Como es la línea general de todo el relato, la cara y la cruz de la vida.
Pero… acabas más agarradita al optimismo…
Juegas magistralmente con la idea del espejo, la simetría de las ideas, de las palabras, con una rima sutil que marca un ritmo de «mecedora» para el que lo lee.
Zorionak!!! Felicidades!!!
Un abrazo
Marta
eskerrik asko Marta
Me alegra que te guste mi relato , lo de «magistralmente» uff, que bonito. Me sube la moral la verdad. Sí, me gustan las historias que cuentan y que esconde, las simetrías y las palabras que suenan como muy bien dices, meciéndonos…
Sí tiene un final optimista, hay que serlo, siempre hay algún motivo aunque sea pequeñito para ser feliz,. Como dicen en un relato de este mes, del amor nómada «me emociono con cada sorbo de agua»,
Mas abrazos.
Te felicito María, muy bonito. Se intuye que tienes un gran corazón.
Gracias Mercedes.
Este relato es justo el contrapunto al tuyo verdad?. Decía Cela que para escribir sólo hay que tener algo que contar… discrepo del gran Cela. Es importante saber expresarse, y dicen que se sabe mucho de una persona por su forma de hablar/escribir, pero en este caso te aseguro que es un poco exagerado. Sólo tengo un corazón y debo cuidarlo, el tamaño no importa… como tantas otras cosas 🙂
Recuerdo que en un curso al que asistí en Inglaterra, muy moderno para la época, sobre «couching» (fue hace 30 años y yo trabajaba para una multinacional farmacéutica americana), nos encargaron, como ejercicio, contar a nuestro compañero de prácticas dos experiencias personales. Debíamos contar la de recuerdo más agradable y la más traumática. Se trataba de abrir el corazón a un desconocido para demostrar el avance monumental de empatía que se alcanzaba de esta forma con el compañero. No me acuerdo de mi buen recuerdo pero si del traumático, aunque contarlo en mi inglés macarrónico lo fuera ya de por sí mismo.
Yo ya no necesito aumentar mi empatía contigo, María, pero seguro que vas a lograrlo con muchos del JAMSENISTAS del blog, gracias a este relato que por cierto he leído tres veces y voy a necesitar hacerlo otras tanta más para acabar de desenvolver tu mensaje.
Yo para aumentar mi empatía, a pesar de las reacciones de mi familia, ¡qué pesado! , ¡què pesado! a los desconocidos les suelo preguntar de qué pueblo son. Y si me decepcionan diciendo que son de una gran les pregunto por el de sus padres. No veas cómo se abren puertas de esta manera.
Un abrazo.
Ah, el Petu me dio clases y el hermano Lorenzo estudió conmigo en Santiago Apostol, Creo que colgó la sotana y se fue a misiones en sudamérica.
Si también me tocó a mi eso mismo, la experiencia mas maravillosa y la peor… me toca la moral la verdad, porque claro si el otro te cuenta que su peor experiencia fue que suspendió en Cou y no le compraron la moto, pues le dices, hala chaval que sigas bien y que no se te parta una uña!!!. En fin quiero decir, que sacar lo peor creo que es necesario para que no te explote en el interior, pero hay que sacarlo con quien te pueda ayudar/consolar/entender etc… este cuento está camuflado, «parte es cierto, para invento».
Bueno a ver yo soy de Bilbao, ya lo sabes, vivo en Mondragón. Mi padre santurzano, mi madre de Ibarrangelua, al lado de Elantxobe, cerca de Gernika…
El petru ni idea de quien es, hermano Lorenzo me suena pero no caigo, le preguntaré a mi hermano que tiene memoria de elefante, a mi me tocó de pez… Yo para empatizar digamos, y porque soy curiosa (bueno lease cotilla si lo prefieres) siempre pregunto a la gente por sus aficiones, la mía además de escribir es la de actriz, pertenezco a un grupo amateur, terapia total!!!.
Quien me iba a decir a mi que iba a estar chateando con un ex-colega del mismo colegio de otra quinta, el mundo que es un pañuelo.
Muy emotivo. Suerte para ti y para el relato.
Mayte González-Mozos
Gracias Mayte. Suerte? yo ya la tengo me considero afortunada pese a todo. Para el relato, alguna cosas ya ganan con sólo que les de la luz. NO necesito ganar, sólo participar, vamos como en las olimpiadas.
Sería adecuado decirte que entiendo cómo te sentís, pero sinceramente te estaría mintiendo. Sólo quien sufre conoce lo que le pasa, los demás pueden tan solo vislumbrarlo.
Lo único que sí puedo hacer con sinceridad es desearte mucha fuerza. Y felicitarte por tu relato, por tu sinceridad, por compartir esto con nosotros.
Mucha suerte en este concurso, pero por sobre todo en tu vida.
Un abrazo, María.
Gracias Carolina, alma simétrica de Argentina!!!. (y encima rima!!!)
Mi madre decía que las alegrías, si se comparten, se multiplican, y las penas, al mostrarlas, se dividen. Mates de la vida, creo que me entenderás.
Te contesto aquí aunque antes he visto que me preguntabas en tu espacio del relato. Patito feo? siempre me sentí diferente, con ganas de crecer y mejorar y además el escudo de mi familia tiene un cisne, cosa bien rara creo yo por aqui mi tierra… además teniendo en cuenta que elejoste = eleiza -oste significa literalmente «detrás de la iglesia» y es un apellido extraño, ya que habitualmente ahi iba el cementerio, pues eso más raro todavía…
Me deseas fuerza, me encanta!!!, yo me suelo despedir de una amiga que la pobre tambien le ha tocado mucho como «que la fuerza te acompañe», así que eso mismo te digo, abrazos desde el otro lado del mar.
Realmente escribir sobre algo vivido y sobre todo cuando se trata de una experiencia no buena, es siempre doloroso, puede quizá aliviar y descarar lo que uno lleva dentro, pero sigue siendo doloroso. Voy a intentar opinar sobre el relato obviando este hecho. Me gusta el juego de los nombres » Adan Y Odot» Está bien descrito no solo los sentimientoss si no los hechos sucedidos, sin contar lo cuentas todo, y eso esta muy bien. Me gustan las expresiones que utilizas, en defintiva, el relato me gusta mucho. Asi que enhorabuena, Maria animo y fuerza tambien.
Para mi escribir es liberame, como para otros es ir al futbol a pegar gritos, cada uno se libera como puede/sabe.
Me gusta que te guste, me gusta contar sin contar, darle la vuelta al calcetín…
Te digo lo mismo, mucha fuerza!!!
Hola María:
Tu relato es maravilloso, es como si tu corazón formara parte de él.
Yo, como seguramente todo el mundo, he pasado por momentos difíciles. Pero un profesor me enseñó que no debo preocuparme: volteo mi brazo de forma que la palma de mi mano quedó boca arriba, y comenzando por la yema del dedo corazón, fue recorriendo poco a poco lo que él denominó el protector. Un meridiano de energía invisible, sutil pero palpable, que se realciona con nuestro órgano amatorio.
Un maestro del corazón que lo protege de cualquier pena, de todo daño. Lo envuelve como una fascia a su músculo.
Quizá te parezca una tontería, o quizás, como a mí, te ayude a calmar tu mente y templar tus emociones.
Porque hay algo que siempre cuidará de tu corazón.
Un abrazo, y mi enhorabuena por tu relato.
Decía Forest Gump que tonto es el que dice tomterías. Y yo aqui no veo ninguna. Para mi mente científica (por el trabajo digo) fue bastante schock descubrir algunas cosas, entre ellas el tema de las energías, a mi me va bien el reiki. Las personas somos mucho más de lo que ni siquiera podemos imaginar.
Me emociona que te parezca maravilloso. Abrazos!!
María, menuda sorpresa lo del reiki, pues es algo que también forma parte de mi vida. Por no decir que me apasiona la física cuántica.
Besos!!! 🙂
Duro, emotivo y directo al corazón. Es admirable tu valor para contarnos esta historia. Gracias.
Ana, gracias por tu comentario y por la canción, la conocía pero la tenía olvidada. Yo también creo que las canciones nos dicen grandes verdades y nos consuelan. Me resistía a publicarlo así que hice una apuesta conmigo misma : si me da tiempo de leerme todos los relatos y comentarlos todos, entonces lo subiré, si no, me iré de vacaciones. Ayer acabé de leerlos todos, y el sábado ya no estoy, así que es cosa del destino, lo envié ayer, pero el bueno de JAMS, sin saberlo lo ha publicado hoy, día de Santa Ana … nombre palíndromo, simétrico, espejado… cada vez creo menos en las casualidades.
Respecto al contenido : Me gusta hacer juegos de palabras la verdad y tengo cierto fetiche por los espejos, simetrías, reflejos etc.
De la historia: en ella digo que parte es cierto y parte invento, y no diré más en sitio público, que es qué, queda para mí y los mios.
Gracias por los ánimos.
Gracias Rafa..
La mayor valentía es enfrentarse a uno mismo. Dice la canción:
«Los valientes son los que son de verdad
y los fuertes ni sus guerras
los valientes los que saben llorar
con la cara descubierta»
una vez que haces las paces, «nada» importa y «todo» es sencillo.
Gracias a tí por pasar por aquí,
María, no sólo eres una bellísima persona, pero también una buena escritora. Muy buen relato. Un fuerte abrazo, Sotirios.
Sotirios, gracias, mil gracias. Es bonito que lo que uno siente en su corazón sea capaz de expresarlo en palabras, y aún más que llege al corazón de otro, en este estupendo escritor. Mañana me voy, y no precisamente a Punta Cana, feliz verano.
me emociono tu relato… me ayuda a expresar un «algo» que me hizo mucho daño: se me malogro un embarazo en el año 1981… para mi era ya un ser viviente… siempre le cuento entre mis hijos…
«Dicen, y es mentira, que el tiempo lo cura todo. Dicen y es cierto, que pone las cosas en su sitio»
y no consigo añadir nada mas…
también los relatos de los otros juegan el papel de reflejos…
También es bonito emocionarse, hoy en día parace que esta mal visto… pero quien no es capaz de reir/llorar y emocionarse es que le falta algo de humano. Te acompaño en tu dolor, perder a alguien amado es lo peor. Si mi historia te puede dar un poco de paz, bienvenido sea, no crees?. Todos estamos… resignados a perder a los mayores, pero a los peques, sea de la forma que sea (porque hay muchas formas de morirse) es la mayor prueba. Que la fuerza te acompañe también a tí.
Me gusta esa escritura espejo que utilizas en tu relato, cargado de fuerza y coraje. Me parece que cada frase está perfectamente estudiada y perfilada.
Enhorabuena por esta joya.
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Muy bello, triste y a la vez esperanzador relato. Parece escrito por alguien que ha conseguido encontrar la paz tras haber viajado por experiencias dolorosas.
Te has hecho un hueco en los corazones de todos los cuentistas. Es el premio más importante.
Hermoso relato, Maria, tierno y sugerente, aunque en mi opinion le resta algo de fuerza el hecho de que algunos pasajes rimen entre si, de un modo un poco ripioso (cuento-invento, huir-oir, anochece-amanece…). Yo intentaria delimitar claramente la poesia del relato. Por lo demas, lo que narras, como te comentaba, me parece muy bello, enhorabuena y suerte.
NACHO RUBIO ARESE
Bellísima elegía. Porque es algo más que un cuento. Pura poesía.
Abrazos cálidos.
María, como dice Paloma, tienes un lugar en nuestro corazón por lo bien que cuentas y lo bien que nos llega.
Un beso
Todo lo que pueda decirte es poco. En cada palabra se ve tu alma…Y estoy segura de que es mucho más grande que esos 21 gramos. Impresionante.
María: Un gusto leerte. Una pluma distinta que juguetea a sus anchas en tan pocas palabras. Como has opinado en mi relato y te has quedado con dudas he venido a aclararte lo siguiente:
Canyengue (En el relato está mal escrito, es así canyengue) en lenguaje lunfardo argentino alude al andar del compadrito de movimientos cadenciosos de cadera, es decir ondulantes y como contando los pasos.
Gracias a la amplitud de nuestro rico lenguaje (español) y a la libertad de expresión que domina nuestro estilo (escritores que no somos Escritores) podemos usar estas magníficas figuras retóricas como la hipérbole a «piacere». Un abrazo de amistad.
María se me han quedado en el tintero dos aclaraciones también correspondientes a tus dudas. Pensé que debía darlas a otra persona. Pues bien, aclarando, se ha dicho:
1°- Estación o Estaciones escritas con mayúscula, según mi humilde opinión, ha sido usado en el relato con el sentido de reemplazar el nombre de la estación de ferrocarril que corresponda (Ej. Estación Baradero, Estación Ramallo, Estación San Nicolás. . .)
2°- Bocinazo porque los trenes eléctricos tenían bocina eléctrica, dejaron de tener ese silbato a vapor de las máquinas antiguas en las que también viajé. Espero haya podido responder a tus interrogantes. vale para ti, otro abrazo.
María, me ha gustado mucho el relato. Me alegro de que te hayas decidido a publicarlo porque vale la pena leerlo.
Con el he descubierto que del dolor pueden nacer cosas buenas, gracias por compartirlo.
Te deseo mucha suerte en el concurso y en la vida.
Me gusta la esperanza del mensaje y las metáforas de la rabia centrifugada. Los ojos que dan luz …, es un cierre perfecto.
Un abrazo.