JUN101. INMENSAMENTE MAR, de Marcos Santander Llona
Acudí a llorar, yo que nunca lloraba. Y fue el viento el que me deshizo. “Como cada vez que puedo contemplarte me haces sentirme pequeño, mar. Mar de Plencia, de Bermeo, mar desconocido de mis antípodas, mar de enfrente de mi casa, inmensamente mar. Tu inmenso fuerte viento que vuela mis cabellos, desnudándome, tu furia, tu bravura, inmensas. Las inmensamente tuyas crines blancas de tus olas doradas, la ira y el odio con los que amorosamente lames la roca y mis manos en tu orilla”
Inmensamente tuyo. Inteligente. Bello.
……atmósferas.
«Las inmensamente tuyas crines blancas de tus olas…»
Suena bonito, como el mar Cantábrico.
Ya sólo el título nos avisa de futuras contorsiones ( un adverbio en inusual simbiosis con un sustantivo. Como decir «ardientemente sol»), sugiere una lectura, cuando menos, dinámica.
Efectivamente, tras el tránsito aparente por una factura convencional, nos encontramos con una súbita aparición de un caos contenido, domesticado incluso, donde la gramática es violentada con elegancia . El desorden de pronto se convierte en juegos de belleza que apuestan con decisión por una rotunda valentía en los resultados.
Cierra el escrito un regreso cadenciado a la poesía y a la calma, que no es otra cosa que un fenómeno espacial propio de una mente irremisiblemente cuántica.VSvsVS