JUN110. EL ABUELO, de Ana Rosa de Artíñano Comin
– Abuela, el viento puede cambiarlo todo y llevarse cosas.
– Algunas veces, el del norte es el que más fuerza tiene.
– Se llevó el viento la cabeza del abuelo? – me pregunta llena de asombro.
– No, él se fue lentamente, de otra manera, primero sus palabras se quedaron atrapadas en su garganta, sus pasos comenzaron a mostrarse inseguros y finalmente sus ojos perdieron la luz y el brillo que tenían antes.
Ella me observa mientras yo me dirijo a él y con mimo y ternura arreglo su pelo fuerte, negro y alborotado que le cae desordenado sobre su cara. A continuación le acaricio con dulzura su rostro surcado por el paso de la enfermedad y del tiempo.
Sonrío, mientras la vida me va colmando de minutos, segundos y horas de felicidad y de saber que aunque él se esté alejando poco a poco de mí, su corazón permanece a mi atado.
Muy tierno Ana Rosa
me ha emocionado tu relato porque conocí también de estas personas «idas»… y tu frase «Se llevó el viento la cabeza del abuelo?» me encanto
el abuelo no dejaría que se le llevara la cabeza el viento,¿verdad? se lo lleva el tiempo no vivido en lo que uno mas quiere y que ya se va… este abuelo es mi padre-abuelo a quien yo quiero .El se llevó su cabeza consigo. Gracias Anita, estoy muy emocionada .Paloma