JUN114. EN LA CIUDAD SIN ALMA, de Nacho Muriel Martínez
En la ciudad sin alma, los cristales ahumados de los fríos edificios se obstinan en trasegar peatones apurados y automóviles con alma de quelonio. Su río, mil veces depurado, y mil y una veces corrompido de légamo y pecina, devuelve al cielo su aspecto de pobretón vestido de perpetuo terno de invierno.
En la ciudad sin memoria, hay numerosos y mezquinos palacios que forran sus paredes con beatíficas telas e hipócritas altas lunas que, sabiéndose desertoras del firmamento, reflejan honestidad y bonhomía de las caras de sus selectos usuarios.
En la ciudad sin futuro, en los escaparates a oscuras de difuntas comerciales, se quedaron perennes las miradas del pasado, extraviadas para siempre de sus dueños, mientras los oscurantistas celebran que en sus cristales habiten fantasmas.
En la ciudad sin alma, sin memoria y sin futuro, cualquier día, a la hora del aperitivo, ante los espejos del Callejón del Gato, se atusa el bigote Don Latino de Híspalis, mientras piensa, al contemplarse, que todo en su ciudad funciona como es debido.
Nacho: Muchos Latinos de Hispalis tendrían que leer tu cuento para ver lo que realmente refleja el espejo y no dejarse engañar por sus brillos.
BRILLANTE, efectivamente. Mi efusiviiiiiiiiiiiíííííma felicitación por esta magnífica crónica.
Muchas gracias Aurora. Tu efusividad para mí es el mejor premio.
Nacho, buena descripción de un mundo decadente, apocalíptico pero al mismo tiempo de todos nosotros y muy urbano.
No me siento bien en esta ciudad pero es la que hay, y si no como dices a rechistarle a D.Latino.
Enhorabuena y suerte
Quizás te hubieras sentido mejor con el otro que estuve a punto de presentar en el que Don Latino es ajusticiado.
Gracias maestro, espero ávido tu micro relato.
Un abrazo.
Precioso relato, poético y justo. Espero que los miembros del jurado lo aprecien porque merece ser finalista. Enhorabuena.
Gracias Ramón. Difícil, hay competencia y un nivel muy alto. Te aconsejo uno de un tal Jaime o Juan Bering magnífico.
Para ver como funciona la ciudad, hay que patearse la calle, cosa que tu defines con tu gran estilo. Conciso y acertado
Gracias María. En la ciudad en la que ya no duermo, pero mal trabajo, cada vez es más difícil patearla (pasearla) Es una ciudad que avanza con pasos montaraces hacia su máxima denigración. Pero no es mucho mejor el destino al que parece abocarse el país en donde está.
Un saludo y muchas gracias por tu crítica.
¡Me gusta como a ti!
Amigos que no han caído del cielo, con los pies en el suelo, con tiempo por delante y ganas de aprender. Me gusta ver que sabes cómo hacerlo… Me gusta ver que sigues en la brecha… Me gustaría creer que ahora, fuera del “nido”, ya nadie nos acecha… ¿O SÍ?
Fuera de aquel “nido” nos acechan igual o más, pero al menos disimulan. Un abrazo y gracias por tu comentario.
Qué te voy a decir..no te pongas estupendo Max..aunque en los tiempos que corren sea inevitable. Besos.
Kureka, corren tiempos contradictorios. Hay causas para creer y razones para todo lo contrario. Besos.
Nacho, esa ciudad puede ser Albacete? bien descritos los rincones decadentes, la memoria puesta en ellos… Muy trabajado. Suerte y saludos
Me temo, Calamanda, que geográficamente no, pero eres muy libre de ubicarla en donde quieras.
Gracias por tu comentario.