JUN124. DIALOGO IMPOSIBLE, de Belén Molina Moreno
Como todas las mañanas, salgo de la habitación a todo correr, pero hoy encuentro una mirada taladrándome que me hace parar en seco. Retrocedo sin perder de vista ese par de ojos y me acerco muy despacio, con la cabeza agachada por precaución -no vaya a ser violento el dueño de esos ojos- pero adelantada por si hay que actuar con rapidez. Estoy a menos de un palmo de esa cara, podría husmearla pero no percibo olor alguno. La palpo y su tacto es tan frío como irreal e intensa la mirada, parecen venir de otro mundo.
Me acerco, se acerca; alzo la frente, la alza; me alejo, se aleja; aúllo, responde el silencio. Miro, olfateo y rozo desafiante pero no hay respuesta, así que lanzo un sonoro ladrido para que ése sepa que me aburre. Alzo la cabeza y me voy muy ufano por haber dominado tan bien al del otro lado.
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Original relato desde la perspectiva de un perro frente a un espejo. Tu cuidada elección de los detalles imprescindibles para hacer reconocible al protagonista de la historia y la calidad de tu prosa, hacen de la lectura un verdadero placer. Abrazos.
Belén me ha parecido muy bueno como dice Rosa das unos detalles que más que describir son claves para descubrir el enigma.
Me ha encantado.
Suerte a tí y a tu animal y su reflejo
Belén muy bueno. Una forma muy original de describir la visión en el espejo a través de los ojos de un perro. Y como dice Rosa, con una prosa excelente. Suerte.
!Que bonito!, Belén. Claro que tu debes tener un perro normal. Si tuvieras a Kino no te imitaría sino que te sacaría la pata hacia arriba a modo desafiante.
Un saludo
Me ha gustado mucho, Laika!! 🙂
Buen relato, y al menos a mi has conseguido sorprenderme descubriéndome quien ere el protagonista.Yo no tengo perro, tengo una gata que antes se peleaba con los espejos, ahora está viejita, y ya no lo hace,ahora soló pasea por casa , duerme y va buscando el sol para tumbarse, supongo que ya se ha acostumbrado a esas cosas extrañas de la vida.