JUN140. EL ESPEJO TIENE DOS CARAS, de Gabriel Bevilaqua
Ayer, mientras hacía el nudo de mi corbata, el espejo me reflejaba cepillándome los dientes. Deduje que se había descompuesto, y llamé, gracias a las páginas amarillas, a un reparador de espejos. Éste, tras verse reflejado sin demoras, y comprobar que, en cambio, yo era exhibido con la guía telefónica en una mano y el celular en la otra, me dijo que el espejo no tenía ningún problema, que la cuestión pasaba por mi imagen.
—¿Puede repararla? —le pregunté.
—No, eso se escapa de mi esfera laboral, pero no se preocupe: mi cuñado es médico de imágenes especulares —me dijo y me extendió una tarjeta.
Desgraciadamente, el facultativo sólo disponía de turnos libres para dentro de un mes. Incapaz de quedarme de brazos cruzados hasta entonces, me planté frente al espejo e increpé a mi imagen. Cuando se me agotó la saliva, dijo que no era necesaria tanta agresividad. Y pasó a referirme sus aflicciones: su mujer lo había abandonado por otro, le habían bajado el sueldo apelando a la crisis, se estaba quedando calvo… Curiosamente sus problemas coincidían con los míos.
Ahora, mientras el espejo me refleja haciendo el nudo de la corbata, yo recién estoy cepillándome los dientes.
Muy inteligente tu micro, Gabriel. Aunque te estoy respondiendo ahora, en el monitor se refleja mi imagen frotándome los ojos.
Un saludo
Juan M.
Muy inteligente tu micro, Gabriel. Aunque te estoy respondiendo ahora, en el monitor se refleja mi imagen frotándome los ojos.
Un saludo
Juan M.
Gracias, Juan. Vaya a saber uno qué será lo que le aflige a tu imagen 😉
Saludos cordiales
Me gusta la idea de la desincronización del reflejo. Solemos estar desincronizados entre lo que queremos hacer y lo que hacemos.
Siempre disfruto tus micros, Gabriel.
Un abrazo.
Gracias, Sara. Yo también disfruto mucho de tus micros.
Saludos cordiales
Precisamente con la aparición del reparador y el cruce de impresiones técnicas es donde mejor se ve ficcionado el relato. Ese toque de realidad hace muy creíble la fantasía del micro.
Un abrazo.
Gracias, Susana. Se dice que un cuento fantástico demanda un buen anclaje en la realidad para, precisamente, hacerlo creíble. Por lo que me comentas, parece que es el caso 🙂
Saludos cordiales
Gabriel, la situación se entremezcla de ficcion y realidad; imagen, reflejo… Esa es la cuestión. Muy original. Suerte y saludos
Gracias, Cala.
Saludos cordiales
Fantástico relato de reflejos a destiempo, muchas veces como la vida misma.
Abrazos.
Gracias, María.
Saludos cordiales
Me ha encantado tu relato con reminiscencias de Juanjo Millás.
Gracias, Ópalonegro.
Saludos cordiales
Mediando entre imágenes ¿quién es quién? Aceptarme como soy, aunque sea diferente de mí misma…
¡Me gustó tu relato! Muy chulo, un buen reflejo de tu escritura
Gracias, Mar.
Saludos cordiales
Je,je , es muy ingenioso el relato. Y bien resuelto. Salu
Gracias, Bluess.
Saludos cordiales
Adaptarse o morir :-). Un relato amargo.
Sí, Miguelángel, ciertamente el protagonista termina deprimido…
Saludos cordiales
Siempre me ha llamado la atención la otra parte del espejo, y me ha resultado atrayente y muy imaginativo el desfase entre ambos mundos.
Felicidades,
El tema de los espejos da para mucho juego, y el desfase entre ambos mundos es una veta más que interesante. Nunca ha de escribirse lo suficiente sobre los espejos. Gracias, Esther.
Saludos cordiales
Muy buena esa falta de sintonía y la aceptación final de la realidad reflejada con sus imperfecciones. Muy curioso hallar ese mensaje en una imagen de lo contrario.
Felicidades Gabriel.
Un saludo.
Felicidades Gabriel, y bonito reflejo formal de terminar como empieza o casi.
Un buen microespejo.
Lo dicho felicidades.