JUN141. DOS EN UNO, de Rafael J.Baeza Rodríguez
-Siento miedo.
-Lo sé.
-¿Por qué yo?
-¿Por qué no?
-¿Dónde me llevas?
– Un personaje de una novela describe este transito como la \»Eterna Indiferencia\» Suena bien.
-¿Eso es todo? ¿La Eterna Indiferencia?
-Bueno, no todos la llaman así. Hay más o menos poesía en las definiciones, depende del protagonista.
-Es triste.
-La tristeza es parte de la vida.
-¿ Esto tiene algún sentido?
-Por supuesto. Es el fin de un mundo.
-¿Y todo lo que soy se perderá para siempre?
-No tiene que ser así.
-Tengo veinte años y no quiero ir contigo.
-No está en mi mano detener el proceso.
-¿Proceso? ¿ A mi vida la llamas Proceso? Tú estás loco.
-Bueno, no hay que dramatizar, al fin y al cabo todos pasan por lo mismo y, creeme, no todos demuestran tu entereza.
-No, no tengo ninguna entereza, esto es una locura. Seguramente me despertaré y todo quedará en un mal sueño.
-Me temo que no, querida.
-Pero ¿No lo comprendes? Ya te he dicho que no es justo, soy muy joven y no voy a ir contigo.
-Eres tú la que no comprende: Yo soy tú.
Me gustó el relato Rafael. Confieso que me ha sorprendido mucho el final porque estaba convencida de que era la muerte y, de ser así, me parecía muy previsible. Pero que sea ella misma, me parece genial ¿está quizá creciendo? ¿Continuando hacia adelante en el proceso de su vida?
Salu2
Mar
Es indudable que el ser humano, por su propia naturaleza, desde el momento de nacer lleva consigo el germen de la muerte. De ahí lo de «dualidad». Eso es fácil de entender, pero es muy complicado, por no decir imposible, comprender lo de la «Eterna Indiferencia».
Yo no creo en la reencarnación y menos en la resurrección de la carne pero, esta es mi contradicción: ¿El conocimiento, el dolor, el amor, todas las vivencias que el ser humano acumula a lo largo de su existencia se pierden para siempre? Eso es algo que me cuesta aceptar. Quizá el cuerpo físico desaparezca pero a lo mejor ese cúmulo de vivencias pudiesen servir como generador esencial para la evolución del Universo.
Interesante diálogo interior, pero yo he echado de menos a algún insecto de por medio.
Saludos
Genial, Asun ¡Cómo olvidar a los insectos!