JUN142. COMO CADA ANIVERSARIO, de Paloma Hidalgo Díez
Íbamos a ser padres, recuerdo al apurar la quinta copa. Ordeno las ideas que el tinto confunde para volver a verla. Mi Mari espera leyendo, apoyada en la barra, que yo cierre el bar. Estoy sirviendo la última copita de aguardiente a un parroquiano cuando entran dos clientes más. Uno pide una cerveza, el otro saca una pistola y pide que le dé el dinero de la caja. Hay cuatro perras, el martes no es buen día para el negocio. Han elegido mal. Pongo sobre el mármol todo, billetes y monedas. Pero no les basta. Brota la sangre del pecho de mi Mari cuando los nervios del más alto se rompen y dispara; a cámara lenta vuelan las gotas rojas hasta estrellarse en las páginas de Lewis Carrol.
Mi Mari muere en mis brazos otra vez más.
Lágrimas silentes desfilan cálidas sobre los surcos de mi piel. Miro el calendario de la pared, vuelve a ser veintidós de noviembre de 1991, un mal día para un aniversario. Mi mirada rebota en el espejo, hueca, y choca contra mis ojos de nuevo antes de comenzar a leer en el viejo libro salpicado: “Desde luego hay una cosa…”
Triste historia pero contada, parece que hubiera estado allí sentado viendo como pasaba.
Un beso Paloma
Gracias por pasar Epífisis. Y por quedarte allí viendo como pasaba. Si transmite tristeza, he conseguido lo que quería: ese 22 de noviembre es para mí una fecha mala.
Un beso Alejandro.
Coincido con Epifisis, Paloma, la historia es triste, muy triste si se tiene que ver morir a un ser querido en mas de una ocasion, aunque a veces la trama lo pide, supongo.
Suerte y un saludo.
La muerte es una suerte de liberación, quizás por eso el protagonista revive cada aniversario el terrible acontecimiento, para sobrevivir otros 365 días.
Gracias por pasar vecino de arriba, ahora voy a leerte.
Saludos
Me gusta mucho Paloma, me van las historias truculentas con malvados que cualquiera puede encontrar un día a la vuelta de la esquina.
«Uno pide una cerveza, el otro saca una pistola y pide que le dé el dinero de la caja. «
Genial paloma, con esto ya me metes hasta el fondo en la triste, sangrienta y durísima escena que, da la sensación de no poder olvidar y revivir.
Enhorabuena.
Te sigo desde ya en tu blog e invitada quedas al mío si tienes curiosidad.
Montesinadas
http://montesinadas.blogspot.com.es/
En cuanto acabe de agradecerte el paso por aquí, voy a verlo.
La realidad y la ficción van de la mano en el micro: todo es plausible y sin embargo todo es mentira. O no.
Eso es, ni puede ni quiere olvidar.
Un gracias doble.
Me gustó esa imagen de ida y vuelta en el espejo.
Saludos
Mar
Gracias Mar, esa imagen es una piedra angular en el relato.
Saludos
Me gustó esa imagen de ida y vuelta en el espejo.
Saludos
Mar
Gracias de nuevo Mar.
Paloma, genial relato de una obsesión. Una y otra vez rememora, recuerda y ve la escena del final de su mujer y la impotencia ante una muerta tan innecesaria como dolorosa. Nada fácil de hacer pero muy bien conseguida. Enhorabuena.
Gracias Rosa, en un primer momento pensé en titularlo OBSESIÓN, pero al final lo cambié. Tu comentario me deja claro que se entiende perfectamente esa idea aún sin haberla incluido en el título. Me alegro de que te guste.
🙂
Paloma, parece que estoy viendo una película. Muy bien descrito, triste pero real y cruel como la vida misma. Un fuerte abrazo maestra, Sotirios.
Gracias por venir, y por la imagen. Que aún no te había dicho nada!!
Una película triste, que aunque no lo parezca, tiene muchos datos reales. He estado investigando un poco antes de escribirlo…
Un abrazo.
Malos recuerdos en el calendario, Paloma. Por desgracia muchas fechas nos hacen evocarlos. Nítida imagen del atraco y ese perder los nervios del más alto me lo imagino. Hizo mucho daño.
Un abrazo.
Sí, hay fechas terribles; tanto en lo colectivo como en lo personal, hay días muy malos. Dudé entre usar la que al final he puesto y el 11 de agosto (otro de mis días horribilis) pero me decidí por la primera por las connotaciones obvias del once.
Si lo que escribo te llega, te hace sentir, aunque como en este caso dolor, el micro ha conseguido uno de sus principales objetivos.
Un abrazo Susana.
Muy visual como las películas del oeste o así me ha parecido. Los recuerdos a veces martillean y pesan como en este caso. Suerte Paloma.
Besicos muchos.
¿Cómo te imaginas al prota? Me gustaría saber si también le pones, como yo, ojeras y un deje de melancolía en la mirada.
Gracias por leer y comentar.
Eso, besitos a granel.
Paloma, su ritmo va envolviendo poco poco, y la trama se produce hasta el mismo final. Buenas descripciones. Suerte y saludos
Gracias Cala, el libro en cuestión está por casa hace años, quizá sea el momento de dedicarle la atención que se merece.
Saludos sonrientes
Un relato realmente potente, lleno de amargura y con una gran explosión casi al final, luego la templas. Me encanta como lo resuelves.
Gracias Miguelángel. Los espejos y sus luces se tornaron en sombras.
Un beso
Siempre es paso un buen momento leyendo tus comentarios, hoy también, por eso te doy las gracias Ana, por tu incansable celo en comentar.
Un beso Ana. Ojalá.
Muy cinematográfico, en el que destaco ese objeto fuera de lugar, el libro, como elemento distorsionador de un relato policial. Muy bien.
Evidentemente, el libro tenía que ser de alguna forma el protagonista, de ahí que pase de unas manos-las de ella- a otras -las de él-; de ahí la referencia a la fecha de publicación (digamos que en 1991 se conmemoró el 120 aniversario, de ahí que la mirada rebotada en el espejo vaya directamente al libro.
Explicado lo cual Ximens, te agradezco el comentario.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho, Paloma. En cuanto lo he acabado me ha venido a la cabeza una banda sonora para este relato: el Rocky Raccon, de los Beatles. Pruébalo a ver si te gusta como música de fondo , para mi está clarísima.
Gracias Paz, la escucharé, porque así, por el título no la recuerdo. Hay canciones que parecen escritas para ciertos escritos, es cierto.
Ya te diré.
Saludos
Aniversarios. Fechas que empujan a revivir realidades, en este caso tristes, lo cuentas con la maestría que te caracteriza.
Mi aplauso.
Un abrazo.
Excelente relato. Al ir armado es tan fácil disparar y tan sencillo matar.
Abrazos.