JUN163. BUSCAR EN EL ESPEJO, de Elena Duce Pastor
Aún recuerdo a ese profesor. Nos daba clases de Griego antiguo en segundo de Bachillerato. Era una persona que podríamos definir como bipolar, a veces estaba eufórico y a veces se deprimía tanto que apenas levantaba la vista del libro.
Recuerdo un día de euforia suya y depresión nuestra. Los exámenes, los suspensos, los sueños frustrados para conseguir la nota que nos permitiría cursar la carrera deseada. Eran días duros, en los que los adolescentes que aún éramos tratábamos de introducirnos en el mundo de los adultos, que en ocasiones está lleno de injusticias.
Lo recordaré hasta que me muera, nos dijo que nos mirásemos en el espejo cada mañana, que dedicásemos un minuto a contemplarnos y buscar algo de nosotros que nos gustase. En ese minuto diario debíamos conseguir fuerzas para enfrentar el día, para luchar por lo que quisiéramos conseguir.
Aún me pregunto si él mismo lo hacía, si todas las mañanas sin excepción, lloviera o tronase dedicaba un minuto a contemplarse antes de salir por la puerta y si le gustaba lo que veía. Pasaron los años, pero aún hoy, en recuerdo de lo que aún considero un buen consejo, cada mañana me miro en el espejo.
Elena, la moraleja que nos deja tu relato es positividad. Suerte y saludos
Gracias por recordarme…